En el día de ayer, miércoles 2 de enero de 2019, el Obispado de Astorga anunciaba medidas cautelares impuestas al sacerdote de O Barco, D. Ángel Sánchez Cao, investigado en su día por presuntos delitos de abusos a menores cometidos en el año 1980 en el Seminario de la Bañeza, León. A pesar de que aún no hay sentencia firme contra el párroco, el Obispado optaba por apartarle del ejercicio de su labor en sus parroquias, prohibiendo expresamente su contacto con menores, después de recibir «noticias fundadas sobre otro presunto abuso del sacerdote a un menor en la misma fecha y lugar», e iniciar la investigación pertinente.
Las reacciones no se han hecho esperar. Los vecinos de estas parroquias han iniciado así una serie de acciones, como la recogida de firmas en contra de estas medidas tomadas por el Obispado, o la negativa del grupo de casi 20 catequistas a no impartir la catequesis a los más de 130 niños inscritos en sus parroquias, todo ello como muestra de repulsa ante la decisión del obispo. Tampoco han asistido a misa el pasado día 1 de Enero - la primera que no oficiaba D. Ángel - los vecinos de Arcos y Veigamuiños, ni tienen previsto hacerlo el próximo día 6 en apoyo a su párroco. Argumentan para ello que «nunca han sido testigos de ningún comportamiento similar» del que se le acusa. De hecho, diferentes escritos que aseguran no dar crédito a la situación actual, ya han llegado a la sede de la diócesis de Astorga.
El sentir general de las personas que pertenecen a las parroquias en su día asignadas a este párroco, reflejan «sorpresa y enfado por la situación de total indefensión creada por unas medidas que muchos, al no existir por el momento ningún tipo de denuncia en firme ni investigaciones al respecto, consideran excesivas». Las palabras de los vecinos hacia Don Ángel resaltan «su buen hacer en sus más de 40 años de actividad».
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