La ordenanza reguladora a través de la cual, todos los perros que vivan en O Barco deben estar censados, identificados y registrado su ADN está cada vez más cerca de ser una realidad. El equipo de gobierno, según ha dado a conocer el alcalde Alfredo García ya mantuvo una reunión con las clínicas veterinarias de la villa. “Se mostraron todos de acuerdo”, ha señalado el regidor.
Cabe recordar que el objetivo es eliminar las heces caninas de las calles. La nueva normativa establecerá la obligación de censarlos en el concello y aportar una copia de su ADN. Después, a través de la empresa ADN Perros, se creará una base de datos en la que cada animal tendrá asignado un número. Los excrementos que aparecen por las calles se analizarán cursando una posterior sanción al propietario.
Según acordó el concello con los veterinarios, cada clínica realizará la extracción de sus clientes. Después todas estas se depositarán en la empresa que realizará la base de datos. El análisis tiene un precio de 17 euros más IVA, aunque cada clínica establecerá el precio final.
La normativa podría no entrar en vigor hasta los últimos meses del año. Una vez este el texto, en esta semana, estará expuesta al público durante un mes para que los vecinos puedan presentar alegaciones para después llevarlo a pleno. Una vez que entre en vigor, el Concello dará una moratoria de seis meses a los propietarios de canes para que cumplan con la obligación de presentar el ADN. Después comenzaría a multarse a los propietarios de los perros que no recojan los excrementos.
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