viernes. 30.05.2025

La comarca cierra filas contra el recorte del AVE en A Gudiña

La asociación de empresarios de Valdeorras (AEVA) y la Confedceración de Empresarios de Ourense advierten de que la supresión de frecuencias supondrá un retroceso en movilidad, competitividad y servicios básicos para territorios ya castigados por la despoblación
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La comarca cierra filas contra el recorte del AVE en A Gudiña

La supresión de paradas del AVE en A Gudiña a partir del 9 de junio ha generado un rechazo unánime en el oriente ourensano. La decisión de Renfe, que prevé reducir de nueve a seis los trenes diarios que paran en la estación Porta de Galicia, sigue sumando protestas y rechazo entre todos los sectores de la zona, que consideran la medida como un nuevo agravio para las comarcas del interior.

El último en pronunciarse ha sido el sector empresarial. AEVA (Asociación Empresarial de Valdeorras) y la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) han publicado un comunicado conjunto en el que alertan del impacto negativo que tendría el recorte de frecuencias de los trenes sobre miles de personas. Aseguran que sin trenes regionales ni alternativas reales, el AVE se ha convertido en una infraestructura indispensable para profesionales, estudiantes, pacientes o pequeños negocios que necesitan conectarse con la capital.

Ambas entidades proponen la creación de una mesa institucional que reúna a todas las administraciones implicadas —Renfe, ADIF, Xunta, Diputación y concellos afectados— para evaluar soluciones viables que no dejen atrás al medio rural.

Las frecuencias que se perderán afectan directamente a la utilidad del servicio para los usuarios de la comarca. En dirección a Madrid se suprimen los trenes de las 8:28, 9:14 y 19:27. En sentido contrario, el primer tren desde la capital se retrasa de las 6:15 a las 8:25, y el último se adelanta a las 18:06 en lugar de las 19:17. Esto dificultará tanto los viajes de ida y vuelta en una jornada como la posibilidad de enlazar con otros trenes o vuelos desde Madrid.

Los distintos grupos políticos ya habían alertado del grave perjuicio que supone la medida que quiere implantar ADIF. Desde el Partido Popular se califica la medida como «unha inxustiza» que responde al «capricho dun alcalde dunha gran cidade», y se han promovido iniciativas tanto en el Congreso como en la Diputación, donde fue posible aprobar una moción conjunta de todos los grupos.

El Bloque Nacionalista Galego, por su parte, registró en el Senado una batería de iniciativas para exigir la reversión del recorte. Su senadora, Carme da Silva, considera que la eliminación de trenes en franjas clave es «inxustificada e lesiva» y rompe por completo la funcionalidad del servicio, al dejar un vacío de varias horas que impide desplazarse a Madrid y regresar en el mismo día.

También ha mostrado su oposición frontal el grupo socialista en la Diputación de Ourense, defendiendo que «non se poden minorar servizos esenciais nunha zona clave» y recordando que este tipo de decisiones profundizan las desigualdades territoriales.

Paralelamente a las iniciativas políticas en las instituciones, la movilización también ha comenzado en la calle. El pasado sábado, vecinos de la comarca y del norte de Portugal se concentraron en la plaza de A Gudiña junto a representantes del PP, PSOE y BNG, además de alcaldes de más de 30 concellos gallegos y castellanoyleoneses.

La protesta, convocada por el propio Concello, evidenció que el recorte de paradas no es percibido como un asunto local, sino como un problema que afecta de forma directa a todo el oriente ourensano. El alcalde, Néstor Ogando, definió la situación como «un recorte sen sentido ningún» y agradeció el respaldo recibido desde ambos lados de la frontera.

Aunque la estación se ubica en A Gudiña, su influencia abarca buena parte del oriente gallego y de Valdeorras, donde la oferta ferroviaria sigue siendo limitada. Desde su inauguración, en diciembre de 2021, más de 107.000 viajeros han pasado por la estación Porta de Galicia. Solo en 2024, se registraron cerca de 40.000 usuarios. El recorte de frecuencias no solo limita oportunidades, sino que cuestiona el compromiso con el equilibrio territorial.

En una comarca que ya ha aprendido a vivir con menos, suprimir trenes es más que ajustar horarios: es romper conexiones, cerrar puertas y dejar atrás a quienes aún resisten.

La comarca cierra filas contra el recorte del AVE en A Gudiña