
Las obras en O Castro siguen su curso con paso firme. Así lo aseguró el alcalde de O Barco, Alfredo García, quien reconoce que las lluvias han complicado algunos trabajos, de esta segunda fase del proyecto, pero destaca que los avances más importantes ya están realizados. «Las zonas más complicadas ya están hechas o prácticamente terminadas, a falta del remate final», explica el regidor. «Ahora toca hormigonar y preparar el terreno para la siguiente fase, que será la urbanización de la superficie».
La intervención en O Castro no se limita a un simple lavado de cara. García recalca que la modernización de este enclave clave para la historia de O Barco supondrá una mejora estructural importante. «A partir de ahora, ya no habrá problemas con el abastecimiento ni con el saneamiento. Además, intentaremos enterrar todo el cableado, lo que supondrá una gran transformación para la imagen del barrio».
García valoró positivamente, además, la rehabilitación de viviendas que se está llevando a cabo en la zona y animó a los vecinos a que este impulso continúe: «Queremos convertir O Castro en la joya de la corona a nivel arquitectónico e histórico». Por otro lado, el alcalde recordó que hasta ahora las obras habían contado con subvenciones, necesarias para realizar una obra de este calado.
Sin embargo, este año, la ayuda no ha sido concedida. Aun así, la siguiente fase está garantizada, ya que, «hemos buscado otra alternativa de financiación y hemos presupuestado la obra, porque para nosotros es una prioridad», asegura el alcalde. «No solo desde el punto de vista turístico, sino también por su valor patrimonial y arquitectónico», concluyó García.
Turismo gastronómico: el modelo de Fonsagrada como referencia
Más allá de las obras, otro de los temas en la agenda municipal es el impulso del turismo gastronómico en Valdeorras. El alcalde visitó este fin de semana A Fonsagrada, —municipio invitado este año a la Festa do Botelo de O Barco— donde conoció de primera mano cómo la localidad lucense ha convertido su producto estrella, el butelo, en un atractivo para visitantes de toda Galicia y Asturias.
García comentó que «durante todo el invierno, los restaurantes de Fonsagrada ofrecen cocido con butelo y todos los fines de semana llegan autobuses llenos de gente. Es un acierto total», comenta García, que ya busca la manera de implantar en O Barco este tipo de iniciativas. «Si conseguimos que más gente venga los fines de semana a probar nuestro cocido, nuestro botelo y nuestros vinos, estaremos reforzando el turismo y la economía local».
El alcalde también hizo balance de los preparativos del Entroido en la localidad. «Por el momento hay 17 comparsas inscritas, pero confiamos en que la cifra aumente a medida que se acerque la fecha», señala. El objetivo es recuperar la participación de años anteriores, antes de la pandemia. «El Enroido sufrió un golpe importante con el parón sanitario, y desde entonces la implicación de la gente ha bajado», reconoce García. «Antes teníamos hasta 30 comparsas y nos gustaría volver a esas cifras».
Sin embargo, el alcalde recuerda que la fiesta no se reduce solo al desfile del martes. «El Entroido empieza mucho antes: el jueves de comadres, las cenas de disfraces, el fin de semana… Son días para llenar las calles de alegría y para que la gente se divierta».
García anima a los vecinos a participar en la celebración y a sumarse a la tradición. «El carnaval es una oportunidad para desconectar y reírse, para tomarle el pelo a los conocidos con los disfraces y para compartir buenos momentos. Ojalá este año la gente se anime y consigamos un Entroido lleno de color y de vida».