viernes. 29.03.2024

El Belén de Viloira —O Barco— sigue mejorando año a año. Este sábado, 10 de diciembre, abría de nuevo sus puertas en la parroquia del pueblo y lo hacía con nuevas figuras mecanizadas que se han incorporado a la creación. 

Un belén que "tiene vida" gracias a las figuras mecanizadas que nacen de la mano de los vecinos que cada año siguen sacando adelante esta bonita tradición con tanta ilusión y cariño. 

Este Belén se divide en dos zonas, atendiendo al poder económico de las gentes. «Fuimos haciendo un orden, poniendo las cosas más ricas más cerca del castillo: la botica, las joyas, alfombras, telas y especias», señala Sonia. En la parte izquierda está el pesebre con el nacimiento, que fue renovado el pasado año.

Además, podemos encontrar un huerto, las gallinas, el rebaño de ovejas y hasta un carro con paja. Los oficios más humildes como el herrero, el carpintero, panadero o la noria con agua —todos ellos mecanizados— se encuentran en el centro.

En la parte izquierda, los puestos del ollero, la cantina, el zapatero o el cestero.. En el centro, una plaza empedrada donde juegan unos niños al lado de la fuente de la que sale agua de continuo.

Al pie del castillo se encuentra el mercado más pudiente: Joyeros, vendedores de telas y alfombras, especias, fruteros —las frutas hechas con plastilina son obra de Sonia—. Hay que pasar el río, con agua y piedras traídas de Domiz para encontrar a los pescaderos, el molino y ya en el fondo, a orilla derecha, la posada.

Este Belén está hecho por cuatro matrimonios de la parroquia que trabajan desde el mes de septiembre para que todo esté listo en  Navidad. Sonia, Carmen, José, Luisa, Brisi, Eulogio, Felisindo y Juan Carlos quedan hasta altas horas de la madrugada colocando y conformando la creación que podemos visitar todos los días de 18 a 20 horas hasta el próximo 20 de enero.

El Belén de Viloira abre sus puertas con nuevas figuras