El Centro de Deportes Barco quiere olvidar la campaña pasada, la que estuvo marcada por la pandemia y también por unos resultados que casi provocan el descenso de un equipo que se salvó en Arzúa en la última jornada. Ahora tras un inicio brillante la salvación está lejos, porque todavía queda mucho, pero las sensaciones dan para más.
Tras una pretemporada con más resultados adversos que positivos, los barquenses llegaban al campeonato de liga con el objetivo de comenzar de la mejor manera posible en una temporada donde habrá 4 descensos en una competición de 17 equipos sin contar con los posibles arrastres.
La primera jornada se venció a un Silva que siempre es complicado. Los equipos de Javier Bardanca destacan por ser guerrilleros y no dejar nada para el final. Posteriormente llegaría una demostración a la hora de anteponerse a las situaciones adversas en A Estrada. Los de Javi Rey remontaron un 2-0 en contra para acabar goleando al Estradense.
El Bouzas en Calabagueiros, Vilabés en tierras lucenses, y el CF Noia en Calabagueiros fueron sus siguientes víctimas. 15 de 15 y tocaba visitar este martes al Viveiro. Los barquenses lo hicieron bien, ganaron hasta el minuto 90, pero el tiempo añadido acabó dándole 1 punto de oro a los de A Mariña.
Ahora con 16 puntos en 6 jornadas, y uno de los mejores arranques de la historia, el descenso queda atrás, y en caso de vencer el domingo, si bien, queda casi toda una liga por delante y los peores meses del invierno, el futuro se podrá mirar con una perspectiva más relajada a la del año anterior.
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