sábado. 21.06.2025

Adiós a Delio Dobao, el Picasso de la peluquería

Un gentleman que rompió la barrera de los peinados solo para mujeres
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Recuerdo la primera vez que entré en Dobao Peluqueros y cómo mi vista no podía dejar de mirar todas aquellas fotos que vestían el recibidor de paredes en tela granate. Lo más destacado del mundo de la cultura y el espectáculo, las celebridades de la época estaban acompañándolo. Mi admirada Lola Herrera, Concha García Campoy, Concha Velasco, Belinda Washington o las chicas Hermida — Inma Soriano y Nieves Herrero—. Y Delio allí con ellas.

Luego comprendí el porqué. Pausado en el hablar, mirando siempre a los ojos y haciéndote sentir protagonista. Yo iba a vender publicidad y me sentí así, no te quiero contar cuando te sentabas en aquella silla y pedías un cambio de imagen, el trato era aún más delicado si cabe. Un caballero de pies a cabeza.

Cualquier tema de conversación era bueno y podías disentir de su opinión, pero la confrontación era imposible, su tono y saber estar impedían llegar a tal punto. Si te lo encontrabas no faltaba un saludo cortés y amable a la vez.

Amante de los animales, sobre todo de los perros, se le podía ver con el suyo en brazos o disfrutando del paseo. Su Corgómo natal era otro de sus grandes amores, allí vino a la vida y allí comenzó a perder los recuerdos

Desde 1963 se dedicó a lo que más le gustaba, crear belleza a través de la imagen. Un referente en la comarca y fuera de ella si querías ir a la última. Pionero en el uso del color asistía a las pasarelas para traer a sus clientes las tendencias de moda. Los novios y novias pedían su cita en Dobao incluso antes de reservar el restaurante

Amigo del maestro Llongueras, al igual que él era un innovador. Le gustaba aprender y formarse y también enseñar lo que sabía. Muchos de los peluqueros y peluqueras de la comarca pasaron por su centro y luego montaron su propio negocio. Hacer las prácticas con Dobao era el sueño de los alumnos de peluquería.

Dobao Peluqueros lleva más de cincuenta años dedicados a la imagen y la belleza. Desde hace un largo tiempo su salud no le permitió volver al entresuelo de Conde de Fenosa en O Barco donde sigue al frente su inseparable Virginia, —una luz en la sombra—, y por el que también pasaron sus dos hijos, Alejandro y Roberto.

Delio Dobao falleció ayer, aunque «hace tiempo que ya no está». Este primero de junio será enterrado en su tierra, en Córgomo (Vilamartín de Valdeorras). El funeral se oficiará a las 19.00 horas en la iglesia de Santa Marta y el velatorio en Funeraria la Cruz.

Adiós a Delio Dobao, el Picasso de la peluquería