
El Clúster da Pizarra de Galicia ha difundido un informe en el que se comparan las prestaciones de la piedra brasileña comercializada como «pizarra» con la pizarra tectónica extraída en Galicia. El documento, titulado Metalutita brasileña: Riesgos y diferencias frente a la Pizarra Natural, recopila ensayos de laboratorio acreditados, referencias científicas y alertas de organismos británicos, y concluye que la roca procedente de Minas Gerais —en realidad una metalutita— presenta un comportamiento claramente inferior para su uso en cubiertas.
Según la nota remitida, la diferencia comienza en el origen geológico. La pizarra natural es una roca metamórfica formada bajo intensas presiones tectónicas, mientras que la metalutita procede de la compactación de sedimentos, lo que la hace más frágil. Esta debilidad se refleja en su resistencia: en ensayos de hielo-deshielo pierde hasta un 41 % de su capacidad mecánica, con fisuras y desprendimientos que la normativa europea EN 12326 considera inaceptables para cubierta.
El informe detalla también que la absorción de agua de la metalutita es casi el doble que la de la pizarra gallega, alcanzando de media un 0,77 %, lo que incrementa los riesgos en climas húmedos y fríos. Los ensayos térmicos muestran que su resistencia característica se desploma hasta un 91 % tras ciclos de calor y frío, lo que la sitúa en la categoría T3 de la norma europea, clasificada como no apta.
A estas limitaciones se añade la necesidad de utilizar láminas de mayor espesor —a partir de 8 milímetros frente a los 4 o 5 habituales en Galicia— para alcanzar los valores mínimos exigidos, lo que supone un 60 % más de peso sobre el tejado y encarece la instalación.
La nota recuerda, además, que este material acumula un historial de incidencias en Reino Unido. La aseguradora NHBC lo excluyó de sus garantías en 2012 y la principal federación de instaladores, la NFRC, documenta problemas de delaminación en cubiertas. En el plano medioambiental, el transporte desde Brasil multiplica por cuatro las emisiones de CO₂ en comparación con la pizarra gallega: un contenedor genera en torno a 705 kilos de CO₂ frente a los 171 kilos de uno enviado desde el noroeste de España.
El Clúster sostiene que este análisis pretende ofrecer a arquitectos, constructores y propietarios información verificada que les permita tomar decisiones basadas en datos técnicos y ambientales. Con ello, refuerza la posición de la pizarra gallega como un material con mayor durabilidad, menor impacto ecológico y más garantías de trazabilidad que la llamada «pizarra brasileña».