
Alrededor de 600 colmenas desaparecieron a causa del incendio que ha calcinado 10.500 hectáreas en los municipios de Carballeda de Valdeorras, Rubiá y O Barco. Una pérdida que afecta a 11 socios de la Asociación de Apicultores de Valdeorras, aunque no se descarta que haya más afección de personas que no pertenecen a la agrupación.
Algunas de estas colmenas fueron alcanzadas por el fuego, mientras otras murieron intoxicadas por el humo. Todo ello ha provocado que la afección sea importantísima. Pero no solo por el fuego. «Venimos de un año fatal, con heladas, calores terribles en abril, con mucha lluvia que hizo perder parte de la flor castaño y ahora esto», explica Armando Rodríguez, presidente de la asociación.
Todo ello ha provocado que la zona .del valle de Valdeorras haya tenido una cosecha «pobre». Eso sí, la esperanza está en aquellas que realizan la trashumancia hacia las zonas de Trives y Manzaneda. «No hay datos, pero en teoría no podría ir mal porque el roble sí necesita calor».
Y el mal no ha sido tan grande gracias a la solidaridad. En el momento del incendio se solicitaban espacios para albergar las colmenas que se encontraban en zonas sin alimento y esa ayuda llegó. «Recibimos llamadas y otros socios que hacían la trashumancia ofrecieron parte de sus colmenares». Además, la Agrupación de Galicia contaba con stock de alimento que se envió a los socios.
A ello se sumarán las ayudas a fondo perdido que los afectados pueden solicitar a través de la Conselleria de Medio Rural. Y