sábado. 20.04.2024

El fotógrafo destaca que la pandemia les cogió a pocas semanas de comenzar con la temporada alta de trabajo

Michel-Ismael fotógrafo es un referente en O Barco y en la comarca de Valdeorras, pocos han sido los vecinos de la zona que no han acudido a ellos para ser retratados.

Bodas, bautizos, comuniones, fotografía de carnet o trabajos para empresas, son múltiples las posibilidades que ofertan desde este negocio, tanto para realizar en vídeo en alta resolución como a través de las instantáneas, todo lo relacionado con el audiovisual contando con más de 30 años de experiencia.

Ismael es el gerente del establecimiento situado en la Rúa da Estación barquense, y destaca que decidió dedicarse a la fotografía porque su padre también lo hacía, viendo así desde pequeño todo lo relacionado con el mundo de la imagen.

A pesar de todos los años de experiencia que suma detrás de la cámara, nunca había vivido el paso de una pandemia como la que sufrieron todos los valdeorreses durante este 2020. La misma les cogió comenzando el periodo con más carga de trabajo que abarca las estaciones de primavera y verano.

Esto se debe a que los eventos se celebran en esas fechas, los fotógrafos se dedican a cubrirlos y luego el resto del año van realizando las entregas a los clientes mientras lo compaginan con el día a día y las labores que se suman al tener un comercio.

Este año por culpa del Covid, la temporada de bodas, bautizos y comuniones ha sido "suave" en palabras de Ismael, si bien las comuniones y los bautizos se han mantenido con todas las medidas de seguridad los eventos nupciales se redujeron.

Cámaras, ordenadores o software forman parte del día a día de los fotógrafos, por eso la pandemia puede provocar que en 2020 no renueven los equipos o la mayoría de ellos, ya que para cambiarlos necesitan bastante dinero debido al alto coste de los mismos. «El 50% de la imagen que se presenta es edición a través de las tecnologías, el otro 50 es captación, pero también hay que atender a los clientes del día a día, trabajando a la vez en la edición».

Mirando al presente en su profesión, Ismael afirma que al profesional de la imagen ahora mismo le queda calidad y creatividad, haciendo cosas diferentes para que en un evento haya diferencia entre una persona que acude con un teléfono móvil y el propio fotógrafo que va con un soporte de alta gama, destacando además que a día de hoy la gente continúa demandando sus servicios «¿por algo será?» subrayó.

La experiencia da para mucho, entre otras cosas para ver la evolución del mundo de la imagen, Ismael ha pasado de sacar fotos en blanco y negro con placas de película y acudir a bodas con cámara de vídeo VHS a instantáneas en formato digital y vídeos en 4k, aunque lo que no ha cambiado es la carga de trabajo y las horas necesarias para dar a los clientes un gran servicio y también dejar para la posteridad los recuerdos de un evento o las primeras fotos de los más pequeños de la casa.

Si desea escuchar todo lo que comentó el gerente de Michel-Ismael, puede hacerlo en el siguiente enlace:

«Al fotógrafo profesional le queda la creatividad y calidad»