Hacer turismo implica conocer sitios más o menos conocidos, probar comidas de la zona y saber más sobre la cultura del lugar. Pero no siempre se debe ir a los sitios más recomendados, hay "recunchos" con encanto que también están esperando una visita.
«Los puentes no son únicamente lugares de paso, ni miradores desde los que contemplar el río que discurre bajo sus arcos. También son lugares donde ocurren cosas», dice la canción de Ariel Rot. Pensando en ellos, iniciamos en el de A Pontenova en Sobradelo un recorrido por estas obras arquitéctonicas que fueron testigos de la historia.
El imponente puente de Sobradelo, construido en el siglo XVII, ha brindado su servicio durante más de tres siglos y medio. Con siete arcos y una longitud de aproximadamente de 111 metros, conectaba Puente Domingo Flórez y O Barco a lo largo del Camino Real entre A Coruña y Madrid.
Según un escrito del investigador del CSIC Isidro García Tato: «Las 8 pilastras fueron construidas en la última década del siglo XVI y durante 80 años unas vigas y tablones, colocados sobre las pilastras y cubiertos de tierra, hacían posible el paso».
García Tato narra en una publicación en sus redes sociales del 23 de diciembre de 2023 que: «La traza y proyecto definitivos están datados el 7 de enero de 1650 y fueron elaborados por el maestro cantero cántabro Juan Bautista de Velasco, vecino de Ponferrada. Las obras le fueron adjudicadas al constructor, también cántabro, Lucas del Higar, asentado en Ponferrada».
Afirma que: «Los trabajos se iniciaron a principios de marzo de 1665 y remataron hacia 1685. En 1715 la hija del constructor Lucas del Higar aun non había cobrado el importe total de la obra».
«Entre 1754 y 1804 el intendente y capitán general de Galicia intentó la potenciación de este Camino Real del Sil, elaborando el ingeniero «estatal» Feliciano Míguez un proyecto minucioso y ambicioso, que incluía además del camino también la reparación de este y de los restantes puentes entre Puente de Domingo Flórez y A Cigarrosa: Villarín o Rioseco, Éntoma, Ponte do Barco, A Proba y A Rodeleira», escribe Tato.
Son muchos los episodios de los que este puente ha sido testigo a lo largo de la historia. El arco central fue derribado en el siglo XIX para evitar el paso de las tropas napoleónicas y fue reconstruido en el siglo XX. «En 1810, "por órdenes militares", se derribó el arco mayor, para dificultar el paso de las tropas francesas», explica El investigador del CSIC.
No es el único puente que cruzaría el Sil en Sobradelo, aguas arriba del Sil están los restos del puente romano llamado A Pontóriga. De él solo se conservan tres de sus cuatro pilares. García Tato disiente de la nomenclatura y advierte que este se denomina Os Pontois. A Pontóriga sería el puente que hay sobre el pequeño río Caborco de Augasblancas, en el trazado del Camiño de Inverno, antes de llegar al cementerio.
Además, en las cercanías se encuentran el río Casoio, con restos de un posible puente romano. Sobre el había una edificación que fue el primer edificio de la casa del pueblo cuando se trasladó el ayuntamiento de Carballeda a Sobradelo..
Remodelación por sus 350 años
A Pontenova cuenta con una gran historia a sus espaldas que había provocado un gran desgaste en la infraestructura. «Fue reconstruido en los últimos años del siglo XIX conforme a la traza del ingeniero Felipe Bena, autor también del malogrado Puente de San Fernando, arrollado por las indómitas aguas del Sil el anochecer del domingo 27 de diciembre de 1959», asegura García Tato.
Recientemente, se realizó una intervención llevada a cabo gracias a una subvención de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, cuyos trabajos consistieron, por un lado, en la limpieza de los paramentos del puente (elementos vegetales, depósitos...), así como la restauración en zonas puntuales con sellado de huecos existentes, así como de algunas grietas. Estas actuaciones de lacrado de huecos y aberturas se realizaron con mortero de cal.
En segundo lugar, se reemplazó en los laterales el pavimento de aglomerado asfáltico existente por otro más acorde con el puente. Además, se recuperaron las salidas de agua que tenía la calzada en los dos laterales y que en la actualidad están casi todas tapadas.
Cabe recordar que la Pontenova está catalogada como bien patrimonial de la Xunta y es el único puente de acceso existente en Sobradelo. El puente formaba parte del antiguo Camino Real del Bierzo a Galicia. Consta de siete arcos y seis pilares, que sostienen una calzada de 100 metros de longitud y cinco de anchura.
Actividad en torno al puente
Según relata Isidro García Tato: «La potenciación del Camino Real por el valle del Sil con la construcción de A Pontenova, entre los siglos XVI y XVII, el trazado de la carretera N-120 y del ferrocarril, en el siglo XIX; o la celebración de la feria de ganado el día 20 de cada mes a partir de 1885, fueron convirtiendo a Sobradelo en el centro comercial y administrativo». Y, ahí estaba ella, A Pontenova, testigo pétreo del ir y venir de comerciantes, vecinos y gente de paso.
La fiebre del wolfram y posteriormente la de la pizarra, cuyo transporte fuera de la comarca era principalmente a través del ferrocarril, también la convirtieron en paso obligado. Y qué decir, de esa central térmica hispano-alemana que funcionó durante dos años y que fue comprada por el obispado de Astorga en 1956 para edificar la actual iglesia.
Ir a la fábrica, a la casa del concello, al centro de salud, a la iglesia, al cementerio o al Sobradelo Vello, supone pasar por la Pontenova a más del 80% de los vecinos del municipio.
Hoy sigue siendo paso obligado para acceder a las piscinas que reciben visitantes de toda la comarca y la vecina Bierzo, estas fechas o al malecón recién renovado, en otro tiempo lugar de celebración de las verbenas.
Desde debajo del arco mayor —el destruido en 1810— se da la salida a cientos de piragüistas, en el más que renombrado 'Descenso Internacional do Sil` que lleva 55 años mostrando la Pontenova al mundo.
Recorriendo la Pontenova
Para conocer un poco mejor el lugar antes de la visita le proporcionamos dos vídeos para que se pueda conocer un poco lo que va a visitar. Recorrimos el puente de noche y de día, dos momentos en los que ofrece unas magníficas vistas.
A continuación podrá visionar el vídeo de las vistas nocturnas que ofrece esta construcción con los reflejos de sus luces sobre el río Sil.
