
El Centro Astronómico de Trevinca vuelve a convertirse en uno de los destinos favoritos para disfrutar de la lluvia de estrellas más popular del verano. Las actividades previstas para el lunes 11 y el martes 12 de agosto, organizadas con motivo de las Perseidas, han colgado ya el cartel de completo.
Óscar Blanco, director del Centro confirma que el aforo está totalmente cubierto para ambos días, con 60 personas por noche. «Podríamos meter 200 o 300 personas, pero preferimos limitarlo para que la experiencia sea cómoda y agradable», explica. Y añade: «La idea es que la gente escuche bien las explicaciones, disfrute del cielo y se vaya con un buen recuerdo».
Aunque este año la luna llena —prevista para el 9 de agosto— dificultará la observación de los meteoros más débiles, Blanco recuerda que aún así se podrán ver los más brillantes, sobre todo si se evita mirar hacia el lado en el que esté la luna. «Mi consejo es tumbarse dando la espalda a la luna, que además estará baja en el horizonte», recomienda.
Eso sí, desde el Observatorio se hace un llamamiento a quienes no tengan entrada para que no acudan directamente al recinto en las noches del 11 y 12, ya que el aparcamiento es limitado y ya estará ocupado por los participantes. «Hay muchos lugares desde los que se puede disfrutar del cielo. No hace falta ir justo al lado del observatorio», subraya Blanco. Aún con la luna como invitada incómoda, el espectáculo celeste está garantizado.
Las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo, son una de las lluvias de meteoros más intensas y esperadas del año. Su nombre se debe a que su radiante —el punto del cielo del que parecen proceder los meteoros— se encuentra en la constelación de Perseo. Estos destellos luminosos se producen cuando la Tierra atraviesa la nube de partículas que dejó el cometa Swift-Tuttle en sus órbitas anteriores. Al entrar en la atmósfera a gran velocidad, estas pequeñas partículas se desintegran y generan los característicos trazos brillantes en el cielo.
El pico de actividad suele producirse entre el 11 y el 13 de agosto, con una tasa que puede alcanzar los 100 meteoros por hora en condiciones ideales. Aunque este año la luna dificultará la visibilidad, el cielo limpio de A Veiga (zona Starlight) y su baja contaminación lumínica siguen siendo grandes aliados para disfrutar del fenómeno.
Además de las jornadas de observación nocturna, el domingo 10 habrá una jornada de puertas abiertas organizada por el Concello de A Veiga, con visitas más breves dirigidas especialmente a los vecinos. «Curiosamente, todavía hay gente de A Veiga que no conoce el observatorio, y estas visitas están pensadas para ellos. Son amenas, nada técnicas, y siempre se lo pasan bien», comenta Blanco. Los interesados tienen otra oportunidad para conocer el jueves 29 de agosto.
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