El Colegio Diocesano Pablo VI culminó la Cuaresma este Viernes de Dolores, con la representación de la el camino hacia la cruz, en la capilla del centro religioso. El alumnado de 4º de la ESO protagonizó este viacrucis haciendo referencia a los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su prendimiento hasta su crucifixión y sepultura.

«Hoy ha tenido lugar, como colofón del trimestre y la Cuaresma, el tradicional viacrucis. Es un evento emotivo y profundamente significativo, meticulosamente coordinado por José Fernández de Abajo, director del colegio, y representado por los alumnos», señalan desde el colegio.

Este acto, realizado con gran dedicación y respeto, comenzó con una breve introducción a cargo del director, quien explicó la importancia de esta representación en la vida y valores de la comunidad educativa.

Los alumnos, vestidos con trajes que evocaban la época de Jesucristo, tomaron sus lugares en las distintas estaciones. Cada estación representaba una parte del camino de Jesús hacia la crucifixión, desde la sentencia de muerte hasta el entierro en el sepulcro.

Los presentes, entre los que se encontraban padres, profesores y alumnos de otros cursos, recorrieron junto a los «actores» este camino simbólico. «La atmósfera de recogimiento y la calidad de la actuación de los estudiantes crearon un espacio de reflexión y conexión emocional con la historia», subrayaron..

«La dirección de José Fernández de Abajo fue clave para el éxito un curso más de la actividad. Su capacidad para coordinar a los jóvenes actores y asegurar que cada detalle de la representación fuera fiel al espíritu del Vía Crucis, desde la precisión histórica hasta la profundidad espiritual, quedó patente a lo largo de la representación».

Al finalizar el recorrido, se compartió un momento de oración y reflexión colectiva, cerrando el acto con un sentimiento de comunidad y renovación espiritual.
La representación no solo educó a los participantes sobre la historia y el significado del viacrucis, sino que también ofreció una valiosa lección sobre la importancia de la empatía, el sacrificio y la solidaridad.

«El viacrucis viviente del colegio Pablo VI fue una experiencia conmovedora y educativa, que dejó una impresión duradera en todos los que tuvimos la fortuna de ser parte de ella», concluyen desde el centro diocesano.