A Rúa ya tiene presupuesto para 2022. La partida de 3,2 millones de euros de la que dispondrá el concello salió adelante con los votos a favor del equipo de Gobierno —PP y Rúa— en un pleno celebrado en la jornada de ayer, lunes 31 de enero. La oposición, representada por Avelino Fernández Seco —único miembro del BNG que acudió al pleno— y el PSOE, votó en contra.
El acto comenzaba con la entrega de una placa a Alejandro Nogueiro, trabajador del centro de salud del municipio que se jubilaba el pasado 31 de diciembre. La corporación agradeció el desarrollo de su profesión durante más de tres décadas.
Tras esto, dio comienzo el pleno, que contaba con dos puntos en la orden del día: Aprobación del acta de la sesión anterior y aprobación de los presupuestos. El primero en tomar la palabra fue Luis Fernández Gudiña, portavoz del PSOE, que impugnó la convocatoria por no respetar la fecha habitual y, aun así, convocarse como ordinario. Una impugnación que no salió adelante.
Fue entonces cuando se presentaron las cuentas, tildadas de "irreales" por ambos grupos. Desde el BNG criticó, entre otras cosas, el descenso en la partida «no se aumenta la partida de ayudas a personas, solo 1.500 euros» y, además, calificó de «vergüenza y falta de respeto» la partida destinada a la biblioteca, de 500 euros, o el descenso en 10.000 euros de la cuantía destinada a cine y teatro. Ante esto el alcalde, Álvaro Fernández, explica que «hubo un cambio en el cine. Ahora, recauda la empresa y nos da una parte proporcional».
También se puso en duda por parte de ambos grupos la cuantía que se estima que se recaudará de sanciones, tachándola de "inflada" ya que asciende de 4.500 a 15.000 euros. Otro punto en el que estuvieron de acuerdo ambos grupos fue la recaudación de la tasa de la terrazas, un impuesto que no se cobra a la hostelería desde el inicio de la pandemia y que ahora prevé ingresos 8.000 euros. Fernández Gudiña pedía el padrón de estas terrazas ya que «si pone esa cantidad, es que lo tienen hecho y nos gustaría verlo».
Con respecto a estos puntos el alcalde explicaba que «el presupuesto es una herramienta viva, no sabremos qué se va a recaudar o no. En función de las variaciones, nos ajustaremos».
Finalmente, los presupuesto salían adelante con el apoyo de PP y RUA.
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