
La ola de incendios que golpea a Ourense, con especial incidencia en Valdeorras, llevó este domingo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a compartir visita al Centro de Coordinación Provincial de loita contra incendios. Ambos coincidieron en la necesidad de actuar «codo con codo», aunque con mensajes distintos en torno a los medios y a la respuesta a la emergencia.
Rueda insistió en la urgencia de contar con el Ejército en Galicia y defendió que las Fuerzas Armadas pueden realizar una labor «fundamental» junto a la UME y los brigadistas. «Lo que espero después de esta reunión es que todo esto se pueda llevar a cabo cuanto antes, y cuanto antes es ya», subrayó.

El presidente autonómico recordó que los técnicos del CECOPI han trasladado «necesidades imprescindibles» al Gobierno de España y avanzó que este lunes se celebrará en la Xunta una reunión para ultimar las órdenes de ayudas, que se aprobarán en el primer Consello y deberán ser «fáciles de gestionar y rápidas en el abono».
Por su parte, Sánchez confirmó que la Unidad Militar de Emergencias ya ha autorizado el despliegue de 500 efectivos adicionales del Ejército de Tierra, de los que 200 se destinarán a los incendios de Ourense, atendiendo así la solicitud realizada por la Xunta. «Vamos a dar todos los recursos que sean necesarios para perimetrar y extinguir los incendios», afirmó.
El presidente del Gobierno enmarcó la crisis en una reflexión más amplia y anunció un gran Pacto de Estado para la mitigación y adaptación a la emergencia climática, que se presentará en septiembre, con la premisa de quedar «fuera de la lucha partidista» y basado en la evidencia científica. Destacó además la movilización internacional a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, con brigadas y equipamientos de Francia, Italia, Alemania, Holanda y Eslovaquia.
Sánchez trasladó sus condolencias a las víctimas y apeló a la prudencia ciudadana en unos días «críticos». Y lanzó un mensaje directo sobre las causas de los fuegos: «aquellas personas que hayan provocado los incendios tendrán que rendir cuentas ante la Justicia y no puede haber impunidad».
En la visita estuvieron también presentes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco.