No hay buenas noticias para los productores de castaña este 2023. «Calculamos más de un 80% de pérdidas», asegura Carlos Moral, gerente de Castañas Moral. El calor, la sequía, la avispilla, los hongos... Todo se ha unido este año para estropear una cosecha que hace meses apuntaba a ser buena.
«No es que haya poco, sino que el producto es malo. Nunca en mi vida vi un producto tan malo como este año». El árbol está débil debido a la avispilla. Eso, sumado al cambio climático ha provocado que el hongo "fungo" ataque sin piedad a la castaña.
«Algunas están podridas, secas... No sirve para el mercado», lo que ha provocado una gran bajada en el precio de compra y, por tanto, que muchos propietarios hayan decidido dejar las castañas en los sotos, algo que en palabras de Moral es un error. «Hay que retirarla, porque si cae otra capa buena, se mezclan, y sino, el hongo sigue expandiéndose».
En Manzaneda apenas acaban de comenzar a caer los erizo y ya se prevé una cosecha «aún peor que la del 2022», en palabras de Óscar Freire, de Cooperativa Amarelante. «En septiembre pintaba bastante bien, pero este último calor estropeó todo. Hay muy poca y el 60%, tiene "bicho"». En esta zona la esperanza de una leve mejoría está puesta en las lluvias que estos días han llegado para quedarse.
