
Los malos presagios acerca de la escasez de fruto en los castaños de Valdeorras debido a las heladas y la sequía, se han confirmado finalmente. Así lo asegura Xesús Quintas, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida, que calcula “que en la primera cosecha puede haber un fallo de más del 40%, en algunas zonas hasta el 50%, donde afectó mucho más la helada de los meses de abril y mayo”.
Y no sólo la helada ha hecho mermar la cosecha, también “la falta de lluvia en primavera y verano y ahora los altos calores de estos últimos meses, septiembre y octubre”. Todo ello, según explica Sonia Couso, secretaria de la cooperativa Amarelante, está haciendo que la campaña sea “bastante mala, a día de hoy podemos decir que está siendo deficiente porque la castaña tiene una calidad regular y no se alcanzan las cantidades de otros años”. La calidad óptima del fruto que se alcanzó el año pasado, este año no se da porque “la castaña no llegó a desarrollarse dentro del erizo”.
Este año, la recogida de la castaña se adelantaba a principios de octubre. Según cuenta Couso, “gracias a esos días en los que vino lluvia, pensábamos que podría alargarse la campaña pero con el sol que ha vuelto otra vez con fuerza, terminará seguramente en breve”. Y es que la recogida va “poco a poco, el fruto cae lentamente y en poca cantidad”.
Los problemas de calidad y cantidad en la recogida recaerán directamente en el precio de la castaña, “se está pagando a entre un 10 y un 15% menos que el año pasado” asegura. Por su parte, el presidente de la IXP apunta que “cuando llega a los almacenes hay un porcentaje muy alto que hay que destruir; hay de todo, zonas peores que se paga sólo un euro y zonas mejores que puede llegar a pagarse hasta cerca de 2 euros, depende de la variedad y de la calidad”.