La presencia de animales salvajes en las carreteras son un gran problema para la seguridad vial. En los últimos años, los avisos por accidentes a causa de jabalíes, corzos o lobos —entre otros—son más recurrentes, debido a los grandes daños que ocasionan.
Los accidentes por atropello de jabalíes son los más habituales. De hecho, en O Barco se pudieron ver varios ejemplares visitar algunos puntos del municipio como la rotonda de la Avenida de Portugal o incluso, en plena luz del día y sin inmutarse a la presencia humana, en un solar de la Avenida del Bierzo.
El 2021 se cerró siendo Ourense la segunda provincia con mayor siniestralidad total con animales a nivel nacional, seguida de León y A Coruña. En lo que llevamos de año se han notificado 9 atropellos de animales en la zona, la mayoría en el alto de Biobra y A Tapada.
Aunque la mayoría de los atropellos se producen a jabalíes, este año se registró un accidente con atropello de un lobo en el kilómetro 447. Los miembros de la Consellería de Medio Ambiente fueron los encargados de la retirada del animal y el posterior traslado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de alto de O Rodicio para la necropsia.
Sin embargo, el recuento puede variar, ya que desde el servicio de conservación de la Red de Carrteras del estado señalan que se han encontrado animales muertos a los lados de las vías, pero las autoridades no han tenido aviso de ningún accidente por atropello. Curiosamente, la mayor parte de los accidentes con fauna suelen ser con luna llena.
¿Qué hacer cuando vamos a impactar contra un jabalí?
El impacto contra un animal puede ocasionar grandes daños personales y materiales, pero lo importante es mantener a salvo la vida de los viajeros del vehículo. Por ello, las recomendaciones ante una colisión es llegar al impacto con la menor velocidad posible sin salirse del carril ni hacer movimientos bruscos.
El dar un “volantazo” no es una buena opción a pesar del instinto de supervivencia de los humanos obliga a esquivar el peligro, pero los daños pueden ser mucho mayores. Al esquivar al animal se cambia de carril y es probable colisionar con el vehículo que viene por el carril contrario o sufrir una salida de vía.
Lo idóneo en el momento de sufrir el impacto es frenar y justo al colisionar con el animal soltar el pedal, siempre con la dirección recta.
