Máscaras de 45 localidades de Galicia, España, Portugal e Italia desplegaron su sus singularidades e identidad
El Festival Internacional Mascarada Ibérica, ahora denominado «ViBoMask», alcanzó su punto álgido en Vilariño de Conso. Máscaras de 45 lugares de Galicia, España, Portugal e Italia desplegaron todo su colorido, sonido, movimiento propio e identidad.
Vilariño de Conso se convirtió en el escenario perfecto para la representación del simbolismo de las máscaras de invierno, las más primitivas, que ya anuncian el próximo Entroido. Todas ellas diferentes, pero con una raíz común: las disputas, su espíritu de asustar o bien interactuar con el público, sonidos y «foliadas», entre otras.
Los boteiros de Vilariño, Viana y sus correspondientes folións, además de máscaras de prácticamente toda la provincia de Ourense como A Veiga, Manzaneda, Maceda, Entrimo y Xinzo, entre otras muchas, además de otras de Galicia, tuvieron aquí su mayor exponente.
También estuvieron la Vijanera (Silió de Cantabria); Antruejo de Carrizo de La Ribera (León); Atenazador (San Vicente de la Cabeza, Zamora); las Mázcaras e Madamas de Pombriego (León); las Talanqueras y Visparras de San Martín de Castañeda (Galende, Zamora); los Diablos y Mascaritas de Luzón (Guadalajara), el Carnaval de Abanto (Vizcaya) y los Caretos de Bragança y de Lazarim (Portugal).
El grupo invitado de Cerdeña (Italia), los Mamuthones e Issohadores, que llamó la atención con el lanzamiento de sus cuerdas y sus máscaras negras.
Las máscaras exhibieron sus singularidades así como la apuesta por su conservación. Una vez más, llamó la atención la propia indumentaria de todas y cada una de ellas, demostrando el gran trabajo artesanal que atesoran.
Melisa Macía, alcaldesa de Vilariño de Conso, destacó la importancia de este encuentro de máscaras, la forma de interactuar con el público y la alegría y colorido que desplegaron en la localidad.
La regidora puso de relieve la importancia de esta iniciativa para mantener tradiciones y la vida en el rural así como la oportunidad que supone para la confraternización con las localidades que conservan las máscaras. De hecho, ya les une una amistad, después de seis ediciones y un intercambio permanente.
Además, la Mascarada Ibérica «quenta os motores para o Entroido e a Festa do Cabrito», valora Melisa Macía, que adelantó que este año contará con novedades. La comida popular será, por primera vez, el sábado en lugar del domingo de Entroido, jornada esta última que se dedicará a las visitas a los 16 pueblos del municipio con la representación de una foliada.
El cambio se justifica para no coincidir con otras fiestas del Entroido vecinas no menos importantes. «A unión fai a forza e tentamos non competir», apostilló.
La Mascarada Ibérica se ha convertido en un fenómeno imparable, que congrega a cientos de personas. Surgió para revitalizar, promocionar y unir a las máscaras de diversos territorios y, al mismo tiempo, dinamizar Vilariño y Viana. Hoy es un evento multitudinario, el más fotografiado y que nadie pasa por alto.
Vilariño es uno de los municipios con tradición en el ámbito de las máscaras y el Entroido. Su implicación con la Mascarada Ibérica dejó claro su apuesta por la tradición.
Si desea escuchar la entrevista de Melisa Macía pinche en el siguiente enlace:
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