viernes. 29.03.2024
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Vídeo. De mayor quiero ser como Jorge Fernández Valcárcel

El deportista natural de O Barco, Jorge Fernández Valcárcel, visitó esta mañana el CEIP Julio Gurriarán invitado por el centro para dar una charla a los alumnos. Tras presentarse y hacer alguna alusión a su palmarés deportivo, centraba su discurso en sus comienzos. «Me llamo Jorge y soy de O Barco, soy el capitán de la selección española de voleibol, he estado cinco años en la Liga Francesa y cinco en la Española, pero empecé jugando aquí», relató.

Desde esta primera frase, atrapaba al público infantil que le observaba desde la platea. «Cuando era pequeñito me gustaba mucho cualquier deporte y me apuntaba a todo lo que podia, atletismo, fútbol sala, baloncesto, hice prácticamente todos los deportes y finalmente llegué al voleibol», explicó. La altura del deportista, que sobrepasa los dos metros, le aportó una condición física idónea para la práctica del voleibol, «y me decidí a seguir porque fue el deporte que más me gustó» siguió explicando.

En estos momentos, la charla llegaba a su parte más complicada, aquella en la que por destacar entre los demás, le ofrecieron formar parte de una selección juvenil, lo cual requiere sacrifios, como los que él realizó cuando «por alcanzar un sueño tuve que dejar mi casa y mi familia». No pasaría desapercibido este detalle a los más pequeños que le escuchaban. Tanto es así, que a pesar de recibir la moraleja de la historia de boca de la directora del centro, Mari Luz Moldes, «es bueno elegir un deporte y dedicarle tiempo para llegar alto como Jorge Fernández», un alumno preguntó: ¿Por qué dejas a tu familia para cumplir un sueño?

El deportista salía airoso subrayando que en O Barco ya no podía crecer más, por eso tomó la decisión de irse, y porque «cualquier sueño que tengas, requiere sacrificios».

Hubo más preguntas por parte de los pequeños, por ejemplo aquella formulada por un alumno interesado en saber si actualmente uno puede vivir dedicándose sólo al voleibol. Jorge Fernández respondía explicando que «en general, un jugador de la selección nacional sí puede hacerlo, aunque una vez no puedan seguir jugando, su futuro no está garantizado». Remataba diciendo que al final, «es como un trabajo en el que tu cometido es entrenar cinco horas al día cada día de la semana y obtener resultados».

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