Una treintena de vehículos se unieron a la recepción en O Barco de Valdeorras y salieron en procesión para honrar a San Cristóbal. Como manda la tradición, a partir de las 20:30 horas coches y camiones vestidos con flores y adornos recorrieron las calles barquenses haciendo sonar las bocinas después de la misa solemne celebrada en la explanada del Malecón.
La pitada de este año tenía un significado especial, ya que los conductores se la dedicaron a un compañero de procesión fallecido recientemente.
Al regreso de la procesión, cuando el calor dio un respiro, los asistentes a la fiesta pudieron disfrutar de pulpo y churrasco, servidos en la misma explanada del Malecón.
Todos los vehículos participantes en la procesión recibieron, de mano de la organización, un pendrive como regalo por su asistencia, pero además, a los tres camiones mejor adornados se les otorgó un premio distintivo. También hubo galardón para el conductor en activo con el carnet de más antigüedad, así como para el conductor del camión más antiguo.
Además, durante toda la tarde, la asociación organizadora, COASVA, repartió rifas por el valor de un euro con las que los afortunados, que se darán a conocer a las 00:00 horas, podrán disfrutar de premios como un televisor, una caja de herramientas, unos altavoces, un reloj...
Para amenizar la velada tras el sorteo de regalos, el Trío Medianoche, que ya se había encargado de la fiesta el año anterior, volverá a poner la guinda a esta celebración en la que los camiones acogen a toda la familia para honrar a San Cristóbal.