sábado. 20.04.2024
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Estancos y librerías aumentan ventas, el kiosco se hunde

Notable diferencia dentro de un sector con similitudes como son los estancos, librerías o kioscos donde las ventas son dispares

Con la entrada del estado de alarma ciertos negocios tuvieron que cerrar sus puertas, pero esto no afecta a librerías, estancos o kioscos.

Estos mantienen su actividad ya que, en el caso de los 3 tipos de establecimientos venden prensa, considerado de primera necesidad por el Gobierno. En el caso de los kioscos, el único abierto en la comarca de Valdeorras a día de hoy es el regentado por Toño en pleno Paseo del Malecón, el otro habitualmente abierto decidió cerrar el primer día del estado de alarma.

Quiosco de Toño en pleno Paseo do Malecón, en O Barco

La primavera, junto al verano es una de las épocas fuertes para este negocio, ya que se sitúa junto a 3 bares y un parque muy concurrido por los pequeños de la comarca en estas dos estaciones ellos, los más pequeños formaban inmensas colas para comprar chucherías hasta hace apenas 1 mes.

Pero esto por el momento se ha terminado con la crisis provocada por el COVID-19, los paseos, reuniones en el parque o los partidos improvisados detrás de este establecimiento han dado lugar a la nada. El propio Toño reconoce que apenas vende 4 o 5 periódicos al día, afirmando que Internet ha hecho mucho daño ya que la gente no compra la edición papel al poderla consultar a través de los dispositivos digitales. La venta de productos como bolsas de patatas o gominolas se reduce a apenas uno o ningún cliente diario.

Este quiosquero ve el futuro muy negro aunque la posible salida de los más pequeños de casa que se baraja puede suponer un alivio para sus ventas, pero cree que los números de venta de antaño no se recuperarán o lo hará dentro de mucho tiempo. Pese a todo es optimista de cara al final de esta situación.

El estanco nº 1 de A Rúa incrementa las ventas

El responsable del estanco nº 1 de A Rúa, sito en la calle progreso cree que este incremento en la venta se debe a que los fumadores tienen más tiempo para «echar un pitillo». «En el trabajo no se puede fumar y ahora en esas ocho horas tienes tiempo para eso y mucho más. Además a este hecho de tener más tiempo se suma el de estar encerrado que quieras que no produce cierta ansiedad y es motivo para encender un cigarrillo», explica el responsable.

Cola a la puerta del estanco, en A Rúa

Otro factor que incrementa el número de cajetillas vendidas, a lo largo del día, es el cierre de los establecimientos hosteleros. El estanco es uno de los pocos lugares en los que se puede comprar tabaco durante el estado de alerta.



La cola en las inmediaciones del estanco se deja ver a media mañana porque además del incremento en la venta también se tienen que guardar las medidas de seguridad que no permiten que más de una persona permanezca dentro del establecimiento. Estas medidas de seguridad le han hecho instalar una mampara de metacrilato para protegerse de los clientes, que como el nos dice, la ha tenido que pagar de su bolsillo.

Aumenta en las ventas de material escolar y de prensa escrita

La Librería Magín de A Rúa ha incrementado las ventas de prensa escrita local. «Se vende más del doble de periódicos locales como, La Voz o La Región», asegura Félix Magín Diéguez, gerente del establecimiento. Y es que, estos días según el mismo dice «hay más tiempo para todo». Además las personas que leen habitualmente el periódico son los mayores de 50 años y esos tienen que «permanecer en casa por lo que les toca».

«La venta de platilina, lápices de colores y libros infantiles también ha aumentado», señala. «Hay que tener a los niños entretenidos», apuntilla.

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