En Valdeorras, diciembre sabe a reuniones, brindis y sobremesas largas. Y entre los locales que más actividad concentran estos días está La Calzada, en Vilamartín de Valdeorras, donde el chef Óliver Fernández reconoce que el movimiento se nota desde hace semanas: «Se ve el parking lleno, se ve el restaurante lleno y eso ayuda».
Instalado en las cocinas desde hace un año, Fernández ha impulsado una propuesta que combina modernidad y recetario clásico. «Me estoy tradicionalizando un poco, aunque no puedo evitar los guiños a esa cocina mundial», comenta entre risas. Y lo cierto es que el público responde: «Supongo que es porque les gusta la comida; si no, no repetirían».
Para estas fechas, La Calzada ha preparado cinco menús cerrados, uno por grupo, para evitar los desajustes que provoca servir opciones distintas en una misma mesa. Aun así, mantienen la carta disponible y la posibilidad de elaborar propuestas especiales si se piden y reservan con antelación. «Estamos abiertos a cualquier oferta», explica Fernández.
De hecho, ya trabajan cocidos por encargo y planean ofrecerlos todos los fines de semana desde ahora hasta Carnaval, siempre con reserva previa de dos o tres días.
Entre los platos del chef, hay uno que destaca sin titubeos: el rodaballo al horno con arroz de grelos, al que define como «uno de los platazos que hay en los menús». Y si hay algo que no falta nunca son los entrantes al centro, pensados para que las mesas arranquen compartiendo. «Para mí es muy importante», asegura.
Más cenas de empresa y un repunte respecto a 2024
Este diciembre se percibe especialmente animado. «Ahora estamos en la época en la que todas las empresas se llevan bien y van todos a comer y a cenar juntos», bromea el cocinero. El incremento respecto al año pasado es evidente: «En 2024 no lo había notado y este año sí que se nota un incremento importante».
Eso sí, advierte de que la capacidad del local es la que es. Por eso insiste en la importancia de reservar con tiempo, especialmente para grupos. Aunque aún hay huecos, una mesa muy grande puede quedarse sin sitio.
La Calzada ha participado en varias catas de la Ruta do Viño, y el vino ocupa un lugar central en su oferta. Trabajan principalmente con Godello y Mencía de Valdeorras, aunque mantienen algún Ribeira y Rioja en carta. Incluso han preparado maridajes especiales, como un menú de doce pases con doce vinos diferentes para un grupo que quedó «muy contento».
Durante estas semanas, el restaurante abre todos los festivos excepto el día 1. El resto del mes mantienen su horario habitual: de martes a domingo para comidas y cenas, salvo el domingo por la noche. Lo que no habrá es fiesta de Fin de Año: «Requiere música, un evento… y no tenemos ni la capacidad ni el personal para hacerlo de momento», explica Fernández con honestidad.
El próximo año llegará con novedades en La Calzada. Habrá cambio de carta, porque el chef reconoce que se aburre rápido de las mismas propuestas, y se plantean menús especiales y degustaciones, aunque sin etiquetas rígidas: «Cuando haces unas jornadas tienes que regirte por un producto concreto y depende de la temporada. Hay que ir variando un poquito».
Lo que no cambia es la creatividad, que sigue siendo sello de la casa: «Ideas tengo muchas», confiesa entre risas.
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