La mina de Penouta ha sido uno de los puntos claves para la unión vecinal en Viana do Bolo. Su cese ha provocado diferentes opiniones entre los vecinos del municipio.
Cabe recordar que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha declarado inválida la resolución administrativa que autorizaba la explotación de recursos en la mina. La decisión fue tomada, el pasado 7 de junio, por la sección tercera de la Sala de lo Contencioso-administrativo, en respuesta a una apelación de Ecoloxistas en Acción Galiza, que alegaba que el estudio ambiental era insuficiente y no consideraba el impacto en la Red Natura 2000.
Esta decisión está teniendo graves repercusiones en la economía del municipio vianés y en la calidad de vida a la que se habían acostumbrado los vecinos, «había moito máis ambiente», relatan algunos de ellos.
Gloria, dueña del Bar Castiñeiros, es una de las afectadas por esta decisión judicial. Ella es extrabajadora y madre de una de las empleadas de la mina que se ha visto perjudicada por esta paralización.
En referencia a su negocio, Gloria, ha visto como cada vez hay menos gente en el establecimiento. «Todos os traballadores da mina paraban a tomar o café, ahora xa non temos iso», relata. De hecho, se aventura a decir que «a fonte de ingresos é a mina de Penouta».
«Injusta», así define Gloria el cese de la actividad. Ella se encontraba de cocinera hasta que tuvo que irse al ERTE, a pesar de tener otro trabajo, «creo que para o futuro de Viana do Bolo necesitamos a mina». Uno de sus deseos es que sus hijos y nietos se puedan quedar en el municipio, pero «se iso non volve abrir teranse que marchar».
A pesar de esta situación, Gloria cree firmemente que «a ruína de Viana non vai ser nunca nada, sempre foi Viana do Bolo». Aunque sí que destaca que esto es su «futuro».
Otro de los negocios que está sufriendo está notando en sus ventas esta decisión judicial es el Supermercado Marsel. Rosa Carracedo, gerente del negocio, asegura que esta situación «estase notando bastante».
«Unhos estuveron aguantando e esperando a ver se abría, pero moitos tiveron que marchar», relata Rosa. Esto ha provocado que toda esa gente que ha tenido que irse del trabajo también se ha llevado a sus familiares y «sacar aos nenos do colexio».
«É unha decisión moi taxante», así lo define Rosa. Aunque cree que a día de hoy hay «medios suficientes para saber se contamina ou non». La gerente del supermercado reitera en diferentes ocasiones que este «é o único traballo que temos por aquí».
A pesar de no ser un comercio de hostelería o supermercado, la Armería Reclamo también ha notado un ambiente diferente en las calles de Viana do Bolo con la suspensión de la actividad.
«Son moitas as familias que están afectadas», señala Rocío Macía, propietaria de la armería. Los ingresos no han sido uno de los mayores cambios que han tenido, ha sido más bien de «alegría». Viana estaba «moi ben», se podría ver más gente joven o personas que empezaban a iniciar una vida «con ese emprego».
La incertidumbre se ha apoderado de las calles del municipio, «hai moita corrillo pensando se abrirá ou non», relata Rocío. En el caso de que este cierre sea definitivo «vaille dar outro baixón».
Jorge Minas, propietario de la Ferretería Bibei, también ha notado este cese, aunque «hai outro proceso que é a perda da agricultura e a gandería». Asegurando que se debería invertir más en estas dos maneras de vivir que tanto han dado a los pueblos, «é a maior fonte de ingresos».
De hecho, hace especial hincapié en que el 80% de la economía del concello viene dado por estos dos sectores y «non pola mina». Todas las personas que quedan en el rural son las que «realmente» compran en estos negocios, «a mina é un proxecto nace que si nos da vida, pero tamén temos que ir máis atrás». Asimismo, matiza que «xenera 120 postos de traballo e é unha desgraza que peche».
Lo que es «imposible» es volver a los años 80 o 90. No hay el relevo generacional al que estaban acostumbrados en esa época. La mina lo que provocaba era esa «alegría», pero no se sabe lo que iba a pasar «co tempo». Jorge Minas la llega a considerar como un «pequeno parche para solventar o futuro da comarca».
Las floristerías también han notado el parón de la actividad en la mina de Penouta. Vanessa Ballesteros, empleada de la Floristería Pétalos, «aínda que non sexa algo de máis urxencia si que notamos que hai menos ventas». Destaca sobre todo el ambiente tan diferente que ha ido encontrando en las calles del municipio. «O ano pasado había o dobre que hai agora», matiza Vanessa.
De hecho, asegura que desde que la mina comenzó su actividad se le notó mucho al ambiente de Viana, «agora está un pouco morta». Si el cese de la actividad sigue adelante «é posible que repercuta en certos negocios, porque si nunha florería se nota a baixada, nun supermercado ou nunha ferretería inda se notará máis». A pesar de querer que la mina se mantenga «creo que vai ser un peche definitivo».
Germán García-Ávila, portavoz del partido socialista vianés, asegura que este «é un mazado para Viana». El representante socialista considera que se «fixeron mal as cousas» y, por lo tanto, por este motivo ha existido este «mal» resultado. Por otra parte, también considera que la «empresa cometeu certos erros».
Desde el PSOE de Viana ya ha registrado una solicitud para un pleno extraordinario y así abordar esta problemática. «Espero que o alcalde non o atrase e así achegar ideas», asegura. Uno de sus principales deseos es «poder conciliar e todos xuntos facer forza para que as administracións se impliquen». A mayores, cree firmemente que «a mina pode funcionar dentro dos parámetros».
El portavoz del Bloque Nacionalista Galego de Viana do Bolo, Secundino Fernández, asegura «respetar a decisión xudicial». Dejando el tema más burocrático de lado, para el concello vianés «é unha noticia de pesar» por todas esas personas que se «quedan fóra por este peche».
«É unha noticia moi negativa», así es como valora esta situación del portavoz del BNG. Sobre todo, se centra en esas personas que han perdido el empleo, «tiñan toda a súa vida montada en Viana e agora vense nunha situación complicada».
Desde el partido nacionalista esperan que «a Xunta e a empresa solucionen os problemas que podan existir para que se se explote». Eso sí, con las «debidas garantías».
