En muchas aldeas ourensanas, ver casas vacías es una imagen habitual. Pero nueve concellos han decidido que algunas de ellas pueden dejar de ser símbolo de abandono para convertirse en una oportunidad. Este martes 25 de marzo, representantes de San Xoán de Río, Vilariño de Conso, Porqueira, Boborás, Xunqueira de Espadanedo, Oimbra, Esgos, Taboadela y Coles se han reunido para poner en marcha un proyecto común: rehabilitar patrimonio rural y destinarlo al alquiler social para mujeres.
La iniciativa, bautizada como RE-HABITA RURAL LAB, ha sido una de las seleccionadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en su última convocatoria, y contará con 260.941,2 euros de financiación. El objetivo es claro: recuperar viviendas en desuso y darles una nueva función social.
La reunión celebrada en el Concello de Taboadela sirvió para coordinar los siguientes pasos. Se abordó el reparto de tareas entre los municipios, la gestión de los fondos y la planificación de las fases que vienen: contratación de personal cualificado y activación de las acciones previstas. También participó Eva Castro, responsable de la consultora Alinea ODS y diseñadora del proyecto, que destacó el compromiso real de todas las partes.
No se trató solo de una reunión formal. El ambiente fue de cooperación sincera, con la voluntad compartida de que RE-HABITA RURAL LAB se convierta en una herramienta eficaz para dignificar el acceso a la vivienda en el rural y dar respuesta a una necesidad concreta: ofrecer alternativas habitacionales a mujeres en territorios donde escasean las oportunidades.
Algunos de los concellos implicados ya contaban con experiencia en programas de desarrollo rural. Ahora, con nuevos aliados y una financiación clave, aspiran a construir un modelo replicable. Una forma de demostrar que, con voluntad y colaboración, es posible reactivar pueblos desde lo más básico: un techo digno y un lugar donde empezar de nuevo.
