El pasado mes de julio el fuego asolaba A Veiga de Cascallá. Esta parroquia de Rubiá fue una de las más afectadas por las llamas. Tanto es así que muchos vecinos perdieron sus casas y con ellas, la mayoría de sus recuerdos. En unas horas buena parte del pueblo se vio reducido a escombros. Unos escombros que todavía hoy pueden verse en algunas zonas.
Eso sí, los vecinos tienen claro que la unión hace la fuerza y que no hay mejor manera que esta para afrontar esta complicada etapa. Por ello, a iniciativa de una vecina conocida como Sabela, han decidido poner a flor de piel el espíritu navideño y llenar las calles de elementos decorativos.
Desde hace semanas los vecinos y vecinas se reúnen en sus casas para crear coronas navideñas, muñecos de nieve, lazos, cajas de regalos... Todo lo necesario para que las calles se conviertan en un cuento de navidad con un pasillo que nos llevará hasta Papá Noel, que se albergará durante unos días en el pueblo. «Pasa por toda la zona que ardió. Hay un buzón, ciervos, luces... Empieza en la plaza y termina al final del pueblo».
«Lo planteamos y todo el mundo se puso manos a la obra. Hemos hecho 55 coronas, una para cada casa», explica Sabela. Unas coronas hechas de material reciclado aunque las piñas ha sido necesario traerlas de Viana, ya que en la zona A Veiga de Cascallá ardió todo.
En estos días se está llevando a cabo la colocación de todos los elementos y pronto el espíritu navideño será el único protagonista en las calles de la parroquia.
