
Parte del comienzo de la obra maestra: «En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no Quero acordarme...» y Quero es un pueblo de Toledo cuyo gentilicio es quereños
El historiador Castro Voces traza una vía de relación entre Cervantes, El Quijote y Quereño —Rubiá—. La obra maestra de Miguel de Cervantes, escrita en 1606, la más vendida y leída de la literatura española, siempre estuvo rodeada de la aureola de misterio y conjeturas sobre el lugar de La Mancha, entre Toledo y Ciudad Real, en el que fue escrita.
El comienzo de la obra da una pista en la que poco se ha profundizado. «En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero —Quero— acordarme...». Quero es un municipio de Toledo, que pertenece a La Mancha húmeda, situado entre dos ríos —Riánsares y Cigüela— con una población de mil habitantes cuyo gentilicio es Quereños. A partir de aquí, Castro Voces hace una aproximación de Quereño con El Quijote.
El historiador Antonio Castro Voces, que es de Quereño, «hila» así: «A los vecinos de Quero se les llama Quereños. De modo que podría haber una relación con ese lugar donde se cree que se escribió el Quijote». En este sentido, cita que hay teorías para todos los gustos pero «como soy de Quereño creo que tiene relación. Hoy por hoy nadie puede afirmar con rotundidad dónde escribió El Quijote. Cervantes era sabio y dejó la incógnita», argumenta.
Relata que tuvo que la teoría que más ha triunfado es la de los «quijotistas», que apuntan a Argamasilla de Alba —Ciudad Real—, localidad donde se cree que nació Cervantes. Si bien se han barajado otras como Villanueva de Los Infantes. «Se me antoja que nunca se aclarará», sentencia Castro Voces.
¿Y por qué no en un pueblo donde los habitantes se llamen Quereños? Sea como fuere, Castro Voces lanza un interrogante: ¿Por qué no pudo alguno de Quereño tener relación?
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