El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres de entre 45 y 65 años a nivel mundial. Si bien es cierto que la supervivencia media de cáncer de mama a 5 años ha aumentado al 85%, no todos los tumores son iguales. Es necesario mejorar el conocimiento sobre el cáncer de mama triple negativo, el cáncer más agresivo y mayor capacidad de crecimiento y proliferación.
Este 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el cáncer de mama, una jornada en la que la Asociación Española Contra el Cáncer vuelve con su campaña de concienciación en la que lanzan el mensaje de que "El rosa es más que un color" y que pone de manifiesto que el cáncer de mama hace más vulnerables a las mujeres que desarrollan esta enfermedad.
Hasta ahora, gracias al “rosa” se han conseguido grandes avances frente al cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres entre 45 y 65 años a nivel mundial pero, es necesario contar con más investigación, detección precoz y apoyo para responder a la realidad de los pacientes que conviven con esta enfermedad y sus familias.
En Valdeorras, sus voluntarias salen hoy a la calle para colocar las mesas informativas que buscan seguir concienciando y recaudando fondos para desarrollar su labor. Entre ellas, muchas han pasado por esta enfermedad. Es el caso de Merce y Monchi, dos petinesas que tuvieron que luchar contra el cáncer.
Hace 16 años que Merce tuvo el diagnóstico. Fue ella quien vio un bulto «diferente »que no se movía. Tras las pruebas, llegó el peor de los pronósticos: era cáncer. «Pedí que no me hicieran la punción, que lo sacaran, porque sabía era malo».
Tras limpiar el tumor, tuvo que pasar por una quimio «muy dura en la que perdí, el pelo, casi todos los dientes... Para mi eso fue lo más duro». Después, tuvo que ir a Vigo a hacer radioterapia, «donde pasaba toda la semana. Iba de lunes a viernes y el fin de semana, lo pasaba en Petín». Una experiencia muy dura aunque asegura que «para mi el peor momento de la enfermedad no fue cuando me dijeron que tenía cáncer, fue decírselo a mi hijo»
Eso sí, después de todo este duro proceso, Merce confiesa que «no estoy mal. He visto compañeras mucho peor».
La experiencia de Monchi fue similar, a ella también le operaron para retirar el bulto, aunque por suerte no tuvieron que quitarle el pecho. También una de sus hijas tuvo que pasar por este proceso.
Mujeres valientes que siguen reivindicando la colaboración de todos para apoyar esta lucha que ayudar a avanzar en las investigaciones que permiten que cada vez sean más los que consiguen superar un cáncer.
