viernes. 30.05.2025

Día del Libro: esos salvavidas de papel

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Día del Libro: esos salvavidas de papel

Hoy es 23 de abril. Día del Libro. Algunos lo celebran regalando una rosa, organizando una lectura o visitando una librería. Pero para muchas personas, los libros no necesitan un día. Porque están ahí cada vez que los necesitamos.

Un libro puede ser muchas cosas. Puede ser un refugio, cuando todo lo de fuera se desmorona. Una ventana, cuando la vida se vuelve estrecha. Un espejo, cuando necesitamos vernos con otros ojos. O una brújula, cuando no sabemos hacia dónde tirar.

A veces, los libros llegan como salvavidas. Sin hacer ruido. Justo en el momento en que parece que no aguantamos más, nos lanzan una cuerda, una frase, una historia… y nos agarramos. Y aunque el mundo siga igual, ya no lo miramos con la misma desesperanza.

Leer te permite vivir otras vidas. Viajar sin maleta. Saltarte fronteras, edades, cuerpos y épocas. Ser detective en Londres, campesina en Japón o astronauta en Marte. Leer no te saca de tu vida, pero te recuerda que hay muchas más, y que la tuya también puede cambiar.

A veces, los libros no te consuelan, pero te acompañan. Y no es poco. En los días más grises, leer puede ser la única forma de no sentirse tan solo. De compartir el dolor de alguien que no existe, pero que te entiende mejor que muchos que sí.

También están los libros que te hacen reír cuando ya casi no te acordabas de cómo se hacía. Los que te abren una idea nueva como quien enciende una luz. Los que te hacen relativizar, porque ves lo que sufren otros personajes y piensas: bueno, lo mío no es tan grave. O los que te enseñan que no todo tiene que tener sentido, ni final feliz.

Leer, en el fondo, es un acto de libertad. En un mundo que todo el tiempo quiere que produzcas, que compres, que respondas mensajes, que vayas rápido… abrir un libro es parar. Es decir: ahora, durante este rato, me dedico a mí.

Hoy es Día del Libro. Pero sobre todo, es un buen día para recordar que los libros no son un lujo. Son una necesidad. Porque alimentan algo que, sin ellos, se muere de hambre: nuestra imaginación, nuestra capacidad de empatía, nuestro derecho a soñar.

Así que hoy, si puedes, regálate un rato de lectura. O regálaselo a alguien. Porque no siempre podemos cambiar el mundo, pero sí la forma en que lo vivimos. Y pocas cosas lo hacen tan bien como un buen libro.

Día del Libro: esos salvavidas de papel