Feira do Viño de Valdeorras: un escaparate de calidad, grandes expectativas y mucha afluencia, a pesar del calor

Le ponemos caras y le ponemos opiniones y valoración a una de las Feiras do Viño más calurosas y con más ambiente de los últimos tiempos

Valdeorras ha vuelto a vestirse de gala con motivo de su XXVI Feira do Viño. Un año más ha reunido a profesionales, entusiastas y curiosos en torno a los grandes protagonistas: los vinos de la Denominación de Origen.

Con un calor implacable, pero también con un ambiente inmejorable, la feria ha sido, según sus protagonistas, un rotundo éxito en asistencia, negocio y proyección del territorio.

La edición número 26 de la Feira do Viño de Valdeorras vuelve a demostrar que el vino no solo se bebe, sino que se vive. Vinos premiados, proyectos con alma, mucha afluencia de público y una conexión directa con sumilleres, distribuidores y amantes del vino de todo el país fueron las notas dominantes de una feria que sigue creciendo en valor y en corazón.

Berna Guitián: (Bodega D´Berna) «Un ambientazo bonito en Viloira»

El gerente de Bodega D’Berna, no necesita más que unas pocas palabras para resumir lo vivido en la feria: «Buenísimas sensaciones». Cuando la feria estaba a punto de echar el cierre, compartió su entusiasmo por la afluencia de público y el interés generado: «Ayer fue especialmente bueno, muchísima gente, muy bien. Hoy también, algo más flojo a mediodía por el calor, pero muy contentos en términos generales».

Destacó la presencia de sumilleres, restauradores y consumidores finales que buscaban aprender y comprar, «la verdad que hay gente muy interesada en el producto».

Una de las novedades que más expectación generó fue su nuevo vino “Bebedeira”: «Un vino que teníamos ganas de hacer desde hace tiempo y este año por fin nos gustó, tanto al enólogo como a nosotros». A pesar de no haberlo podido presentar oficialmente, muchos visitantes ya preguntaban por él, lo que augura una buena acogida.

«La gente vino con interés real, y eso es lo que da sentido a esta feria. Valdeorras sigue muy viva», concluyó.

Rebeca y Simón (Cova da Xabreira): «La ilusión como sello personal»

Aunque llevan tres ediciones participando, Rebeca y Simón de Cova da Xabreira se sienten como en casa. Desde un rincón «algo apartado de la feria», confiesan que lo importante no es dónde estás, sino «hacer piña».

Rebeca resume la experiencia: «Ha estado estupendo. Muchísima gente, público entregadísimo... ayer por la tarde fue brutal. Nos quedamos sin vino». Para ella, el calor no fue un obstáculo, sino una muestra más del valor de la feria: «Con esas temperaturas y aún así vino tanta gente... eso habla muy bien de la pasión que genera».

Simón añade una nota emocional: «Es un proyecto muy personal. Mejor o peor, no lo sé, pero diferente seguro. Llevamos cuatro años y seguimos soñando». La combinación de entusiasmo, humildad y trabajo les distingue. «El hambre y las ganas de beber», bromean entre risas.´

Simón, Rebe y Macarena apuntito de echar el cierre a esta feria, eso si con muy buen humor

La complicidad entre el gerente de la bodega y su mano derecha se percibe en cada gesto. El entusiasmo que comparten se manifiesta con claridad en todos sus proyectos, que se desarrollan con una armonía tal que siempre conducen al éxito, tanto en su restaurante como en su vino

«Más que vender vino, compartimos un sueño. Y esta feria nos ayuda a seguir creyendo en él», afirma de forma rotunda Rebeca.

Jorge Guitián (Bodega Santa Marta): «Viñaredo y el vino del premio»

Para Guitián, la edición de este año fue claramente un éxito: «Especialmente el sábado por la tarde y noche, muchísima gente, mucha juventud». La nueva fecha —sin coincidir con eventos deportivos de gran calibre— fue clave, según afirma.

En el stand de bodega Santa Marta se vivió un fenómeno nuevo: la notoriedad del vino premiado “A Cercada”, que recibió un Gran Bacchus de Oro —el único godello que lo consiguió en esta edición y está entre los cinco mejores de 1.800 vinos presentados—. «Nunca había pasado algo igual. La gente venía preguntando directamente por el vino del premio. Eso marca una diferencia». Reconoce que, más allá del momento, ese tipo de impacto puede consolidar ventas sostenidas.

«El premio sirvió de altavoz, pero lo importante es la conexión real con la gente. Esa es la clave del éxito», concluye.

José Luís en el centro de la imágen

José Luis Pérez (Vinos Barco – Jesús Nazareno): «Un público espectacular»

Desde la cooperativa Jesús Nazareno, José Luis Pérez se mostró satisfecho con el público y la respuesta recibida: «Muy buen ambiente, muy buena respuesta. Todo espectacular». Aunque su testimonio fue breve, no por ello menos revelador: destacó el perfil amable y entregado de los visitantes, señalando el impacto positivo en la bodega.

Conclusión: «Una feria fantástica, con un público que sabe valorar el buen vino».

Divi y Margarita (Bodega Roandi): «Una experiencia inolvidable»

Para Margarita Alejandre y Divina Arias —gerente y propietaria de la bodega respectivamente— la XXVI Feira fue «agotadora y abrumadora», pero en el mejor de los sentidos. «Pasamos mucho calor, pero vino mucha gente. Fue una feria muy gratificante». Roandi recibió visitas de profesionales del vino de Galicia y del extranjero: «Sumilleres de Coruña, Vigo y hasta de Francia, todos encantados con lo que ofrecemos».

Destacan la dimensión comercial: «Sí, hay oportunidad de negocio real en esta feria. Se puede vender, posicionar y crecer». La combinación de esfuerzo físico y recompensa emocional les dejó más que satisfechos.

Son la única bodega que tiene espumoso de godello, mecía y rosado en la Denominación, lo cual hizo que fuese la referencia más solicitada en este stand.

Conclusión: «Una feria intensa que demuestra el potencial internacional de Valdeorras».

Araceli Fernández (Bodegas Godeval): «Hay que invitar a descubrir nuestra tierra»:

Araceli Fernández, de Bodegas Godeval, subraya el éxito de afluencia: «El sábado vino más gente que el año pasado en los dos días. Hay que agradecer a todos los que comparten la cultura del vino». Apuesta por seguir innovando para atraer a más público, sobre todo de fuera de Galicia.

Aunque no dispone de datos concretos sobre visitantes foráneos, sí destaca el espíritu hospitalario como herramienta para el futuro: «Los mejores embajadores somos nosotros mismos». Una frase que sintetiza el alma de la feria.

«Esta feria es una carta de invitación para mostrar con orgullo quiénes somos y qué hacemos», afirma rotunda.

Marta Sertaje (Bodega A Coroa): «No dábamos abasto»

La feria, para Marta Sertaje, fue «muy animada, incluso con el calor». Desde Bodega A Coroa, vivieron un sábado frenético: «No dábamos abierto botellas y servido vinos». Recibieron tanto público local como visitantes de fuera: «Gente de Cantabria, de Galicia entera... sumilleres, distribuidores...».

El interés por los godellos fue evidente, lo que para Marta es motivo de alegría y responsabilidad: «Que vengan, prueben y se enamoren de nuestros vinos es lo que nos motiva a seguir». La participación de figuras destacadas del mundo vinícola como Luis Padín refuerza la calidad y proyección de la feria.

Conclusión: «Fue un año animado, y si el siguiente es igual de bueno, ya será un éxito».

Artesanía alimentaria, el sabor de lo auténtico

Los cuatro expositores presentes en la carpa de Artesanía Alimentaria de la Feira do Viño pusieron en valor el producto elaborado con mimo, tradición e identidad. «Viñemos a ofrecer degustacións para que a xente que se achegou a probar estes viños espectaculares de Valdeorras tamén puidese gozar dos nosos produtos», explicaba, Martín Touceda, desde Embutidos Cienporcel, que compartieron espacio con Queixos Feijoo, las galletas Sacrapastas y los productos de Anades de Silverio.

La feria, según indicaron, tuvo buena acogida, especialmente en la cata previa organizada por Experiencias de Calidade. Aun así, echaron en falta una mayor visibilidad dentro del recinto. Todos ellos cuentan con tienda online y presencia en establecimientos gourmet, además de estar agrupados en la plataforma Experiencias de Calidade, que facilita el acceso a estos productos únicos, amparados por el sello oficial de Artesanía Alimentaria que otorga Agacal.

Óscar Prado a la izquierda

Óscar Prado (Distribuidor): «Un escaparate de evolución»

Óscar Prado, distribuidor de vino y visitante habitual, explica su presencia en Valdeorras con claridad: «Venimos a conocer la evolución, las novedades, y ver qué se puede incorporar al catálogo». Considera la feria un termómetro del sector y una oportunidad para descubrir pequeñas joyas que pueden ser grandes apuestas comerciales.

Su testimonio, aunque conciso, refleja una visión profesional de la feria como motor de conexiones entre productores y mercado.

Conclusión: «La Feira do Viño es un radar imprescindible para los que trabajamos con vino».

Un evento que va más allá del vino

La XXVI Feira do Viño de Valdeorras no fue simplemente una muestra de productos. Fue una reunión de almas vinícolas, donde bodegueros, distribuidores, sumilleres y amantes del vino se encontraron para celebrar la identidad de una comarca con carácter. Como dijo Araceli Fernández: «Los mejores embajadores somos nosotros mismos». Y todos los que participaron lo demostraron con creces.