
Los vecinos de O Barco se vuelcan con los desalojados
El Concello ha hecho un llamamiento para recoger agua y fruta en el Teatro Lauro Olmo para las personas que tengan que abandonar su vivienda por los incendios

No había pasado ni una hora desde que el Concello de O Barco hiciera un llamamiento a la población para recoger agua y fruta para los evacuados por el incendio y el Teatro Lauro Olmo ya se convertía en un trajín de personas llevando agua, bocadillos, fruta… todo lo necesario para los vecinos de los pueblos que han tenido que abandonar sus casas y también para brigadistas, bomberos, guardias y el resto de efectivos que combaten sin tregua este voraz incendio.
Gestionando la ayuda estaba la concejala de Abastecimiento, Saneamiento y Limpieza, Alicia Álvarez, También José María Rodríguez, del Cine Club Groucho Marx, colaboraba en la organización del material que los vecinos se apresuraban a llevar, mostrando su solidaridad y respondiendo con rapidez al llamamiento del Concello. Incluso Diana, una vecina, se encargaba de enfriar las provisiones en su frigorífico, teniendo en cuenta las altas temperaturas.
La situación sobre el terreno es crítica. El fuego, que se originó el jueves en Larouco ya ha entrado a O Barco por dos frentes. En la ladera sur, las llamas alcanzaron la iglesia de Fervenza, que ya fue desalojada. Las autoridades están pidiendo a los vecinos de Cesures y Santa Mariña que abandonen sus viviendas, ante el riesgo de que el incendio se recrudezca esta tarde. En la ladera norte, Forcadela también ha sido evacuada por la cercanía del fuego.
De momento, los pueblos desalojados son cuatro, pero la amenaza es real y puede extenderse en las próximas horas. Pese al despliegue de medios, los numerosos focos activos hacen que resulten insuficientes.
Los servicios de emergencia insisten en que la población siga las indicaciones oficiales y extreme las precauciones ante los efectos del humo. Mientras tanto, en el Teatro Lauro Olmo, la solidaridad de los vecinos se ha convertido en el primer respiro en medio de una jornada marcada por la incertidumbre.