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La idea surgió del teniente del cuartel de O Barco, quien quiso que la cita fuera algo más que un partido: una oportunidad para compartir un rato de cercanía con los vecinos y mostrar que, más allá del uniforme, hay personas que disfrutan del deporte y la compañía. A la convocatoria también se sumó la Policía Local de O Barco, reforzando la sensación de comunidad y colaboración entre instituciones y ciudadanía.

Antes de comenzar el encuentro sonó el himno nacional. Estuvo arbitrado por Carlos Gudilña, natural el "andarín" de Arcos, mientras que la organización corrió a cargo de Emilio Guerreiro, asegurando que todo se desarrollara con orden y buen ambiente.

En lo estrictamente deportivo, los veteranos del CD Barco demostraron su experiencia y coordinación, llevándose la victoria por 4-0. Sin embargo, el marcador pasó a un segundo plano ante el ambiente festivo y la camaradería que reinó durante todo el partido.

Al final, entre saludos y sonrisas, quedó claro que el verdadero triunfo fue la conexión con la gente y el espíritu de fiesta local, donde la Guardia Civil, más cerca que nunca de su gente, se convirtió por unas horas en vecino y compañero de juego.
