«Me sentí muy orgullosa de que el pueblo de Tremiñá tuviese este reconocimiento con mi padre»
La unión de un pueblo en una bodega. Así se podría definir lo que transmitía Modesto López a todas aquellas personas que querían tomarse un buen vino. Un punto de encuentro para todos los vecinos que, de hecho, «sabían hasta donde tenía la llave guardada», así lo relataba su hija, Margarita López.
El sentido homenaje se hizo en la Feria Medieval que se realiza cada año en Tremiñá. El momento elegido fue justo «antes de la malla», una actividad que Modesto realizaba años atrás. De hecho, una foto de él segando forma parte de este collage entregado a su hija. «Bonito y emocionante», así sintió el acto Margarita, palabras de una hija orgullosa de que «el pueblo se acordase de él».
En el cuadro homenaje están estampadas las firmas de los vecinos que arropan fotografías de Modesto con alguno de ellos e incluso en su bodega. Una emotiva frase encabeza las rúbricas: «Nos nosos corazóns sempre estará a túa "chispa"». Una "chispa" que Modesto siempre tuvo con sus amigos, «era una persona muy fiestera».
Esta ha sido la manera que han tenido desde la Asociación de hacer saber que este hombre, «trabajador y buen compañero», sigue en la memoria de todos los que un día visitaron su bodega «siempre abierta para todo el público».
Una grata sorpresa para Margarita que, a pesar de formar parte de la Asociación de Mujeres de Tremiñá, no se dio cuenta de lo que estaban planeando sus compañeras. «Había visto en los carteles que era en homenaje a Modesto, pero no sabía que iban a hacer esto», asegura.