San Francisco Blanco: Fe, tradición y devoción ancestral

San Francisco Blanco: Fe, tradición y devoción ancestral. Foto Cedida
En el día de la festividad de San Francisco Blanco revivimos la celebración y romería en honor al santo de Outarelo, abogado de los males de la cabeza 

San Francisco Blanco, nacido en A Gudiña, Galicia, es un santo venerado en la parroquia de Outarelo, en O Barco de Valdeorras. Aunque no era originario de Valdeorras, su cráneo descansa en este pueblo barquense, lo que ha generado un fuerte arraigo con la comarca. Este misionero franciscano predicó en Japón y fue martirizado el 5 de febrero de 1596.

La festividad en su honor se celebra anualmente el primer sábado de febrero. La tradición se remonta a finales del siglo XVI y conmemora el aniversario de su martirio.

Los fieles participan en una procesión donde se porta la reliquia de su cráneo, traída desde México hacia 1640 por el Comisario General de Nueva España, Juan de Prada.

La celebración incluye misas, procesiones y actos sociales. Tras la misa mayor, es costumbre degustar pulpo á feira acompañado de vino de la tierra, mientras gaiteiros amenizan la jornada. Además, se venden roscas benditas con agua santa para evitar los dolores de cabeza durante el año.

A lo largo de los años, la festividad ha enfrentado desafíos, como condiciones climáticas adversas o restricciones sanitarias. Sin embargo, la devoción de los fieles ha mantenido viva esta tradición, adaptándose a las circunstancias y asegurando que la memoria de San Francisco Blanco perdure en la comunidad de Outarelo.

La romería de San Francisco Blanco es una muestra del profundo arraigo cultural y religioso en la comarca de Valdeorras, reflejando la unión de la comunidad en torno a sus tradiciones y creencias.