Como cada primer sábado de febrero, Outarelo, parroquia de O Barco, ha rendido culto a San Francisco Blanco en Romería. Una tradición en la que se han dado cita numerosos fieles que año tras año acuden con gran devoción.
En una mañana con unas temperaturas primaverales fueron muchos los fieles que han acompañado a la procesión encabezada por los párrocos Jesús Álvarez y Cristopher José Vasquez, quien portaba la calavera de San Francisco Blanco.
Pero la celebración continúa durante todo el día.Tras la misa mayor no faltó el pulpo y el churrasco con buen vino de la tierra y de gaiteros que amenizan la jornada, ni tampoco las roscas benditas con agua santa para evitar los dolores de cabeza durante el año. Además, también se podía comprar un buen licor café o cualquier utensilio de cocina realizado en madera.
La celebración de la romería del San Francisco Blanco, que se remonta a finales del siglo XVI, conmemora el aniversario del martirio, sufrido en las lejanas tierras niponas un 5 de febrero de 1596. La iglesia de Outarelo, mandada construir por el valdeorrés más ilustre D. Andrés de Prada y Gómez de Santalla, y levantada de nuevo en 1920 por el entonces regidor banquense D. Alfonso Flórez de Losada y Suárez de Deza, volvía a llenarse de gente un año más. Aquellos que veneran a un santo que, a pesar de haber nacido en A Gudiña, los valdeorreses consideran paisano.
