jueves. 26.06.2025

La restricción para fumar en espacios públicos provoca disparidad entre los hosteleros

Algunos hosteleros consideran que los clientes se adaptarán y otros, que supondrá una pérdida de ingresos

Desde la medianoche de este jueves no está permitido fumar en la calle o en espacios al aire libre si no se respeta la distancia mínima de dos metros entre personas. Fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo quien anunció esta medida y es que como explicaba, el humo es un factor de transmisión del Covid-19.



Esto no implica que no se pueda fumar en la calle en todo momento, sino que no se podrá hacer si tenemos gente cerca. Lo mismo ocurrirá en las terrazas. Ahora, los hosteleros de Valdeorras se preparan para adaptarse a esta nueva norma con opiniones enfrentadas.

Algunos, como Ricardo Cela, gerente del Bar Lisboa en O Barco considera que esta normativa es «por el bien de todos. Hay que acatarlas y llevarlas entre todos lo mejor que podamos». Además, explica que las sillas de la terraza de su local se encuentran bastante separas aunque, por el momento. sigue teniendo «dudas. No sé si entre la gente que está en la misma mesa se puede fumar. Supongo que recibiremos información».

Otros, como Marcos González, chef del Restaurante Piquiño, opina que esta medida «va minando poco a poco a la gente para que no salga a comer o divertirse. Nos van quitando cada vez más cosas. Va a afectar».

En el caso del Resturante Fernando III, su gerente, Guillermo García, no considera que esta norma vaya a afectar a la afluencia de clientes. «Yo creo que la gente se adaptará como ocurrió cuando no se podía fumar en el local».

La medida ya se ha sido aplicada durante la mañana de este jueves y, como explican desde el Bar Pitón de Petín, por ahora «la gente lo encuentra un poco raro. Eso sí, en los desayunos aún hay mucha distancia entre mesas. A ver las tardas y las noches», confiesa Mercedes López.

Por el momento se desconocen las cuantías económicas que podrían suponer no cumplir esta normativa.

La restricción para fumar en espacios públicos provoca disparidad entre los hosteleros