Privatización de la venta de billetes en las estaciones de O Barco y A Rúa

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif ha publicado la licitación para la privatización de la venta de billetes en las estaciones de tren de O Barco y A Rúa-Petín.

La entidad ha publicado en su perfil del contratante la licitación de este servicio en ambos puntos, con sendos contratos por 12 meses y un importe de 41.792, en el caso de O Barco y 40.378 euros en A Rúa. Ambos contratos tienen la posibilidad de ser prorrogados por otros doce meses, por la misma cuantía. Los pliegos de condiciones señalan que la empresa que resulte adjudicataria de la venta de los billetes deberá tener el servicio abierto al público un mínimo de unas siete horas al día, de 9.30 a 13.00 y de 16.30 a 19.30 horas. Por su parte, la recaudación de los billetes vendidos en cada estación deberá ser entregada por la empresa adjudicataria a RENFE. Desde Adif aseguran que no se trata de una privatización, sino de una externalización temporal del servicio.

La Confederación General de Trabajadores de Galicia, CGT, ha denunciado dicha privatización de la venta de billetes. Aseguran que esta licitación suprimirá cinco puestos de trabajo. “Si se privatizasen estas estaciones, no habrá ningún gabinete de circulación abierto desde Monforte a Ponferrada, 106 kilómetros de vía férrea con ninguna estación ferroviaria con puesto de control", han recalcado

Apuntan a que el modelo de ferrocarril que se está implantando está basado en la privatización de servicios ferroviarios. “Estas licitaciones son la primera parte de un lote de privatizaciones de venta de billetes en otras estaciones amenazadas y que ADIF trato de cerrar hace un año” y  anuncian que iniciarán un campaña informativa en los concellos afectados para que se posicionen en contra de los hechos.

Por su parte, el BNG apoya la denuncia del sindicato y anuncia iniciativas parlamentarias para demandar que se mantenga el servicio como exclusivamente público.

Cabe recordar que hace justo un año que Adif anunció el cierre de la venta de billetes y la instalación de máquinas expendedoras de los tickets, provocando una gran manifestación desde el concello de A Rúa hasta O Barco donde centenares de personas reclamaron el mantenimiento de los servicios.