
La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, fue clara en su intervención durante la inauguración de la XXVI Feira do Viño de Valdeorras: el vino no es solo un producto económico, es una expresión de territorio, historia y cultura. Definió a los vinos de la comarca como «reflexo da alma e da historia desta terra», y centró su discurso en el valor estructural de la viticultura para el rural gallego.

Una historia que viene de lejos
Gómez recordó que la tradición vitivinícola de Valdeorras se remonta a la época del Imperio Romano, cuando las primeras vides fueron plantadas en la comarca. Desde entonces, señaló, se ha forjado un legado de generaciones que cuidan las viñas con esmero y transmiten conocimientos de padres a hijos.

En ese sentido, defendió que la viticultura no es solo una actividad económica, sino una herramienta para conservar el medio ambiente, ordenar el territorio y fijar población en el rural, tres desafíos centrales para la Galicia actual.

El godello como emblema
La conselleira dedicó una parte importante de su intervención a la variedad godello, a la que definió como «peza clave do éxito nacional e internacional dos viños de Valdeorras». Puso como ejemplo el reconocimiento recibido en 2024 por el Guitián fermentado en barrica de la adega A Tapada, premiado como mejor vino blanco de España.

También recordó que el godello es «herdeira das cepas que introduciron os romanos e supervivinte das fragas», y que hoy se exporta a países como Estados Unidos y Reino Unido. «Esta comarca, a súa xente e os seus viños son os mellores embaixadores da Galicia Calidade da que tan orgullosos nos sentimos», afirmó.

Compromiso de futuro
María José Gómez aseguró que la Xunta de Galicia seguirá apoyando al sector vitivinícola por su contribución al desarrollo sostenible del rural, su calidad reconocida y su peso como motor económico.

Agradeció expresamente el trabajo diario de viticultores y bodegueros, y celebró que actos como la Feira do Viño no solo promueven los productos, sino también fortalecen el vínculo entre el territorio y quienes lo habitan y defienden.

En un acto marcado por el calor y la sucesión de discursos, la conselleira aportó una visión integral que enlazó pasado, presente y futuro. El vino de Valdeorras, dijo, es símbolo de Galicia y de lo que ésta puede ofrecer al mundo.