domingo. 08.06.2025

Hielo criogénico para limpiar las pintadas de las paredes de O Barco

Una empresa de la villa realizó las pruebas en el paso inferior, bajo la vía, para comprobar si este sistema de limpieza era efectivo con las pintadas de los muros

El Concello de O Barco solicitó a una empresa de la  localidad, dedicada a la limpieza criogénica, una demostración de este sistema para librar las paredes y edificios públicos de las pintadas.

Se realizó en la tarde del jueves en el paso inferior bajo la vía del ferrocarril, que comunica la calle Diputación con la de Eloy Rodríguez Barrios.



La limpieza criogénica consiste en proyectar sobre la superficie que se quiere limpiar pequeñas proporciones de hielo seco, el cual produce  microgrietas en la pintura que hace que se desprenda de la superficie fácilmente.

Alfredo García atiende las explicaciones del personal de la empresa

Esta limpieza a presión no produce residuo, «actúa y se evapora». Eso es debido a que el hielo seco se sublima, es decir, se convierte directamente a gas sin pasar por la fase líquida. La limpieza criogénica no utiliza químicos y tampoco deja residuos ,«es muy limpio» según confirmaron algunas de las personas que asistieron a este ensayo, quienes lo catalogaron también de «curioso y sorprendente».

Video demostrativo del ensayo realizado:

El alcalde de O Barco, Alfredo García, estuvo en las pruebas que se realizaron ayer y, aunque cree que el sistema es efectivo con las pintadas, también piensa que será necesario seguir haciendo pruebas y optimizar el sistema. «Ayer se hizo la primera prueba de este sistema para ver como actuaba en los grafitis y, aunque quita la pintura, hemos observado que también come el cemento. Es verdad, que estas pintadas ya llevan mucho tiempo y por eso se está pensando en echar algún líquido que disuelva antes la pintura y así optimizar el sistema», explicó García.

Esta tecnología ya está siendo utilizada en empresas como Autoneum, en A Rúa y Cedie en O Barco.


Hielo criogénico para limpiar las pintadas de las paredes de O Barco