El enoturismo ya no es promesa, es estrategia

Valdeorras cerró este viernes una semana decisiva para su sector vitivinícola con un mensaje firme: el enoturismo es ya una herramienta real para impulsar la comarca, no una apuesta a futuro. La XIII Semana de la Historia, organizada por el Instituto de Estudios Valdeorreses, concluyó con la participación del director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles, quien defendió el potencial del turismo enogastronómico para desestacionalizar la actividad turística y equilibrar la distribución territorial de visitantes.  

La clausura tuvo lugar en la Casa Grande de Viloira, sede del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV), que recuperó este encuentro casi veinte años después de su última edición. Al acto acudieron el alcalde de O Barco, Aurentino Alonso, la alcaldesa de Larouco, Patricia Lamela y la concelleira de Turismo, Alba Rodríguez, entre otros. Su presidente, Aurelio Blanco Trincado, destacó la amplia recopilación de literatura sobre enoturismo que la entidad ha reunido a lo largo de los años, subrayando el valor documental que encierra toda esa investigación acumulada.  

Durante su intervención, Merelles recordó que la Estrategia de Turismo 2030 sitúa la gastronomía y la enología como pilares de una oferta diferencial en Galicia. En este marco, puso en valor proyectos impulsados por la Xunta, como el Plan Territorial de Sostenibilidad Turística de Enogastronomía, que en Valdeorras se materializa en el PSTD «Valdeorras, Ruta del Viño Milenaria», dotado con 1,5 millones de euros.

El director de Turismo destacó también el reconocimiento que está alcanzando la gastronomía gallega, que en la última edición de las Estrellas Michelin sumó dos nuevas distinciones y alcanza ya los 19 restaurantes premiados, tres de ellos con dos Estrellas. Recordó además que 64 de las más de 140 fiestas de interés turístico de Galicia son gastronómicas, lo que refleja el enorme tirón popular de este ámbito.  

Merelles aludió igualmente a los resultados turísticos de este año, con un comportamiento especialmente positivo en los alojamientos gallegos. Entre enero y octubre se alcanzaron 408,1 millones de euros en ingresos hoteleros, un 5,2 % más que en 2024, y se registraron 4,78 millones de viajeros, un incremento del 2,2 %, que generaron más de 8,8 millones de noches en los establecimientos de la comunidad. Estos datos fueron presentados como prueba del efecto de la estrategia turística desarrollada por la Xunta. 

Dentro de la programación se celebró la mesa redonda «El potencial del enoturismo en Valdeorras», en la que participaron Xosé Manuel Merelles y representantes de varias bodegas de referencia en la comarca y en Galicia. Entre ellos estuvieron el director general del grupo Méndez-Rojo, Juan Luis Méndez; el propietario de Adega Algueira y del restaurante O Castelo, Fernando González; el gerente de Bodegas Ladairo, Víctor Manuel López; y Simón Val, responsable de la adega y del restaurante Cova da Xabreira. La conversación giró en torno a las oportunidades que ofrece la comarca, sustentadas en su tradición vitivinícola y en el creciente interés del visitante por experiencias ligadas al vino. 

Concluyó así la XIII Semana de la Historia que estuvo dedicada al pasado, presente y futuro de la viticultura y el enoturismo valdeorrés. A lo largo de sus jornadas intervinieron ponentes de reconocido prestigio, como el enólogo José Luis Bartolomé, que abordó los 50 años del plan Revival y la recuperación del godello; el catedrático en Enología Manuel Losada, que analizó los retos de las variedades locales; y el periodista e historiador Luis Congil, que profundizó en la historia del vino en Valdeorras como una oportunidad de futuro. 

El alcalde de O Barco, Aurentino Alonso, quiso felicitar al IEV por la calidad de los ponentes, a los que calificó «de primera división». Además, dedicó unas palabras al director de Turismo, señalando que «cuando se habla de Valdeorras, nunca falla», en referencia a su constante implicación con la comarca.

Tras casi dos décadas sin celebrarse, la Semana de la Historia regresó con fuerza y con una conclusión clara: Valdeorras tiene patrimonio, relato y apoyo institucional para consolidar el enoturismo como uno de sus motores económicos. Y esta edición, dedicada a la identidad vitivinícola, refuerza esa convicción.