viernes. 22.09.2023

Los Secretos fue la guinda a la celebración de los 50 años del Centro de Deportes Barco que se salvó pese a todos los contratiempos. «Podíamos coger la furgoneta e irnos pero viendoos aquí esperando; hay que tocar como sea», aclaró Álvaro Urquijo minutos después de que sonaran los primeros compases del concierto.

Demasiado tiempo esperando para aquellos que entraron nada más abrir las puertas. El estado del recinto no reunía las condiciones adecuadas —el barro y el agua hizo que muchos de los asistentes se «embarrasen». Los teloneros no pudieron actuar y el sonido dejó mucho que desear. Sólo profesionales de esta índole pueden superar todos estos contratiempos y no abandonar, sino todo lo contrario, meter al público de lleno en lo que mejor saben hacer, su música. Por ello las primeras palabras de Urquijo al salir al escenario fueron:  «Os pido vuestra paciencia , vuestra comprensión y vuestro perdón. Gracias por venir»

Sin duda el momento álgido de la noche y el que más llego al corazón fue cuando muchos de los asistentes miraron al cielo y se entregaron a la historia, al momento y a una banda incombustible en la que Enrique sigue estando presente. «A vosotros que nos seguís aguantando y queriendo, os debemos la vida y la existencia —musicalmente hablando—. Muchísimas gracias», comenzó Álvaro la presentación del tema.

«No dejamos pasar un concierto sin recordar, por qué, a lo mejor, y no a nosotros y no a otros. Porqué a nosotros especialmente, tal vez sea porque hubo una persona en el grupo que hizo unas canciones muy bonitas y que os han gustado siempre. Por eso buscamos un huequecito para dedicarle, a mi hermano Enrique —que ya no está con nosotros— una canción para que pueda, desde donde pueda ver, en un agujerito que haya por ahí, la longevidad de su música- ¡Para ti, Enrique».

El momento más complicado fue, sin duda, enfrentarse a un público que en algún caso llevaba más de dos horas esperando. «Os pido comprensión por si hay algún fallo o alguna cosa, la otra opción era no hacer el concierto. Así que vamos a poner todo de nuestra parte y que pasemos un buen rato  ¡Gracias!». Después de estas palabras y de afinar su guitarra, el público se entregó y desde los primeros compases sonaron las palmas y las voces que acompañaron cada uno de los temas, en  un concierto marcado por las incidencias.

De todo inconveniente hay que sacar lo positivo y el fallo en el sonido de la batería se convirtió en un tema, a «semicapela» de Álvaro Urquijo acompañado por su guitara y la de su banda:

Los asistentes pudieron escuchar de la voz de Urquijo como la canción de Sabina y Los Secretos, «Ojos de Gata», tuvo dos versiones y como aclaraba: «Fue Joaquín Sabina, el gran maestro, quien le dio a mi hermano Enrique una versión sin terminar y como no había móviles, ni mails, ni nada para comunicarse, se tiraron cinco meses sin volverse a ver —Joaquín se fue a América y nosotros a grabar un disco—. Finalmente las dos canciones que comparten la letra una se llama «Y nos dieron las diez» y la nuestra «Ojos de Gata». Y este es el resultado y sus palabras:

No faltó el momento de la rescisión del contrato por parte de la discográfica cunado comenzaron «Nos echaron a la calle, decían que no teníamos futuro —ahí se equivocaron— y que no teníamos idea de la música que habÍa que hacer para triunfar —ahí tenían razón porque en ese momento (imitó los movimientos de un grupo de los 80) y nosotros hicimos esta canción»:

Las previsiones meteorológicas apuntaban fuertes tormentas, pese a ello no se tomaron las medidas adecuadas y sólo unos profesionales con 30 años de carreta a sus espaldas pudieron salvar una situación y no sólo eso, sino hacer ver que podían con todo y el concierto y su público eran la razón de estar allí.  Puedo asegurar que una orquesta o grupo que toca en una fiesta de pueblo no se subiría a ese escenario en las condiciones que ellos lo hicieron.

¡Grandes!

O Barco se entregó a Los Secretos a pesar de los numerosos inconvenientes