La Asociación Ruta del Vino, trabaja cada día para promocionar el turismo vinculado al vino, la restauración y el hospedaje, pero sus recursos son limitados. «No podemos llegar a todo, y tampoco es nuestra función. Hay un concello en Valdeorras que contrató a una persona durante todo el año, y eso ya está atrayendo visitantes. Eso es lo que necesitamos a nivel comarcal», afirma su presidente Joaquín Sánchez.
Por eso, Sánchez señala la necesidad de crear un consorcio de turismo comarcal, una idea que no es nueva, pero que cada vez se hace más necesaria, asegura, para aprovechar el tirón del godello. El presidente de la Ruta del Vino pone el ejemplo de otra comarca que vio cómo las visitas a su territorio se dispararon tras crear esta figura, dotarla de presupuesto y comenzar a promocionarla a través de los medios y redes sociales.
En Valdeorras, este modelo podría replicarse aprovechando el patrimonio único de la comarca, como su proximidad a Las Médulas, patrimonio de la humanidad, y a la Ribeira Sacra. «Tenemos que creer en lo nuestro y desarrollar toda esta riqueza», añade.
Pero, en estos momentos, afirma Sánchez, aquí no hay nadie para informar de todo el patrimonio que tenemos. Uno de los grandes retos es la falta de una oficina de turismo comarcal que diseñe rutas y valore lugares emblemáticos. «Por ejemplo, en A Rúa, la parroquia de San Esteban tiene una iglesia digna de ver, pero no hay quien la explique. Lo mismo ocurre con las covas, un patrimonio único en Galicia que asombra a quienes lo descubren», explica.
«Desde la Ruta del Vino de Valdeorras estamos organizando actividades prácticamente todos los meses. Hace poco celebramos la Cuarta BTT, Ruta del Vino Valdeorras, con paseos entre viñedos y catas exprés. Sin embargo, se echa de menos un consorcio de turismo que impulse la promoción de la comarca a nivel nacional e internacional», comenta Sánchez.
Más allá del vino: el turismo industrial
Además del enoturismo, Valdeorras tiene un enorme potencial en el turismo industrial. «Quien se adentra en un túnel de pizarra queda alucinado. Hace poco, una visita a una bodega terminó con los turistas fascinados tras ver el proceso en las canteras de pizarra», comenta Sánchez.
Para Joaquín Sánchez, el desarrollo turístico no es solo una oportunidad económica, sino una herramienta para fijar población y revitalizar el rural. «España depende en gran medida del turismo en su PIB. En Valdeorras tenemos las mismas posibilidades que en otros lugares, y podemos hacerlo de forma sostenible. Solo necesitamos dar el paso», concluye.
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