viernes. 29.03.2024

Trabajar en el sector de la pizarra conlleva un alto riesgo. Uno de ellos es la silicosis, esa enfermedad producida por el polvo de sílice, en suspensión, que se instala en los pulmones y que puede ser mortal.

Javier Madera, jefe de servicio del departamento técnico del Instituto Nacional de Silicosis aseguró ayer que “están en el camino” para minimizar estas consecuencias gracias a una nave experimental, donde se humidifica el ambiente para minimizar la incidencia de la suspensión de polvo de sílice de la pizarra en los pulmones de los trabajadores que operan en las naves pizarreras. Un proyecto dado a conocer en una jornada técnica organizada por el Clúster de la Pizarra en Carballeda de Valdeorras en el día de ayer.

El proyecto consiste en instalar en lo alto de las naves un sistema de nebulización que suelta partículas de agua muy finas que llevan el polvillo al suelo. Además de la nebulización se instalaron otros sistemas de aspiración que permiten reducir al máximo posible el polvo en suspensión cuando las sierras cortan la pizarra o los labradores martillean sobre los bloques para elaborar las lajas que luego serán cortadas.

Al dar resultados positivos esos ensayos, a partir de ahora se pretende elaborar un protocolo de actuaciones con un modelo principal para llevar a otras naves de la comarca esta actuación, aunque cada una, tal y como recordó Madera, cuenta con sus propias características.

Los resultados de esos ensayos están siendo muy buenos y esperanzadores para frenar esta afección aunque Madera reconoció que el diseño debe ser riguroso debido a que algunos empresas no habían seguido el proyecto y no había dado buen resultado.

Caminando para reducir la incidencia de la silicosis