jueves. 26.06.2025

Hablamos de tradiciones: el aguardiente, la bebida a fuego lento

Esta bebida ha acompañado a muchas generaciones, pero su manera de hacerse siempre es la misma
Crianza Trevinca, exposición ganadera y agrícola (34)
Hablamos de tradiciones: el aguardiente, la bebida a fuego lento

El aguardiente, bebida alcohólica destilada o como a algunas personas, les gusta decir «la que cura todos los catarros y dolores de garganta». Pero, en realidad, es esa bebida que hay que hacer a fuego lento. 

El aguardiente comienza en la vendimia, en ese momento en el que todo queda hecho para que comience a hacerse el vino. Después de que todo está fermentado quedan los restos de la uva, el «bullo» o también llamado «bagazo». Gracias a estos residuos, que en principio puede parecer que no sirven para nada, es de donde sale el aguardiente.  

Una vez que se tenía el «bagazo», se ponían manos a la obra, aunque antes de meterlo en la «pota» había que hacer algunas cosas. Primero, se depositaban unos pequeños palos en el fondo y un poco de paja. Dependiendo de la calidad del «bullo» —si estabas más o menos mojado—, se echaba la cantidad de agua que fuera necesaria. 

Una vez llena la «pota» —ya sea hasta arriba o la mitad—, se le pone la «trompa» —sellando la unión con barro—, y también se coloca el «serpentín», que es el encargado del enfriamiento —debe estar lleno de agua fría—. Siempre hay que intentar tener lleno ese «serpentín» intentando que no se mueva el agua caliente, porque si no el aguardiente sale turbia —de color de la leche—. Después de tener todo bien colocado y sellado, se hace una fogata debajo del «pote» y comienza a surgir la magia. 

Desde que empieza a hervir habrá que esperar, aproximadamente, una hora y media para que comience a salir, pero cada una de las «posturas» lleva unas cinco horas. Por cada una de las «posturas» y dependiendo de la calidad del «bagazo» pueden salir entre 20 o 22 litros por cada vez que se haga, en el caso de que sea de peor clase, pueden salir unos 16 litros. 

«O poteiro era día e noite, non había quen o parara»

Hablamos de tradiciones: el aguardiente, la bebida a fuego lento