
María Martínez Novoa es la coordinadora de Cruz Roja del programa estatal de Acogida e Integración de Personas Solicitantes de Protección Internacional. En la provincia este programa arrancó en Valdeorras en 2016 y hasta la fecha sigue desarrollándose con éxito.
SOMOSCOMARCA: Hace años que Valdeorras forma parte de este programa de refugiados, siendo un punto de acogida
MARÍA MARTÍNEZ: En la provincia se desarrolla este programa desde finales de 2016 en dos zonas. La primera fue Valdeorras y un año más tarde la ciudad de Ourense.
SC: ¿En qué consiste el programa?
MM: Es un programa financiado por el Ministerio de Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Es el Ministerio el que valora qué personas cumplen una serie de requisitos para entrar a formar parte de este programa y en un periodo aproximado de entre 6 y 18 meses trabajamos con esas personas o familias con el objetivo de conseguir su integración en el entorno así como la autonomía para que cuenten con una situación autónoma.
En el año 2020 hemos trabajado con cerca de 180 personas en toda la provincia.
SC: Además de acoger a estas familias, éstas después se asientan en la zona.
MM: Como norma general, las personas cuando se establecen su trayectoria de vida continua en el entorno. Es decir si son acogidos en un concello de comarca es muy probable que se establezca allí porque ya ha establecido una red de amigos y apoyo, y esta red es muy importante. Todos necesitamos a personas que nos puedan ayudar, nos orienten…También es importante la parte de inserción laboral, te quedas a vivir donde has encontrado trabajo. Una parte muy importante del programa es establecer esos lazos
SC: En el programa hay tantos adultos como niños
MM: De manera general, la mitad de las personas que llegan son menores de edad. El perfil suelen ser familias con menores a cargo.
SC: ¿De qué países proceden?
MM: El Ministerio determina con qué familias o personas trabajamos. Hemos tenido personas procedentes de Siria, Turquia, Ucrania, Georgia, Venezuela, Honduras, Nicaragua…son nacionalidades muy diversas.
SC: La crisis sanitaria, ¿también ha afectado al desarrollo del programa?
MM: La situación sanitaria y social derivada del coronavirus ha afectado a todos los proyectos, más en los que trabajamos con inmigrantes por el cierre de fronteras; aunque nosotros hemos seguido trabajamos. El impacto es mayor en cómo lo han vivido las personas que estaban en el proyecto. Si una familia llegó 15 días antes de que comenzará esta situación no pudieron comenzar la integración: los niños no podían ir al colegio, no podían establecer contactos ni sociales ni emocionales, estaban en una casa que no era la suya…Nosotros hemos intentando estar más presentes, estar más en contacto con ellos y de manera más estrecha; también para explicarles los cambios de normativa.
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