El Consejo de Cuentas es el organismo encargado de fiscalizar la economía de las entidades locales de la comunidad, que incluye a los concellos, las diputaciones, las entidades locales menores, los consorcios y las mancomunidades y otras entidades similares. Se trata de evitar situaciones que pongan en peligro la viabilidad de las administraciones y un ejercicio fundamental de transparencia.
La realidad es que los concellos tienen hasta el 15 de octubre como límite para remitir la cuenta general del pasado ejercicio al órgano encargado de fiscalizar este trabajo. Así, de los nueve concellos que forman la comarca de Valdeorras, uno de ellos todavía no ha enviado su balance del pasado año, Carballeda de Valdeorras.
Entre los que sí han presentado sus cuentas, el más madrugador fue O Bolo, el pasado 25 de mayo seguido de O Barco —aunque con defectos leves— y Petín que las presentaron el pasado 21 de septiembre. A ellos les sigue Larouco el día 23 aun con defectos leves, y A Rúa, Vilamartín, A Veiga (con defectos leves) y Rubiá, en los primeros días de octubre.
En los ayuntamientos cercanos a la comarca, A Pobra de Trives, Vilariño de Conso tampoco lo han remitido mientras que Viana do Bolo si las presentó y Manzaneda está pendiente. De hecho, Trives presentó en febrero de 2021 sus cuentas correspondientes a 2019.
Respecto a las mancomunidades, la única de la comarca Aguas de A Rúa Petín, tampoco ha presentado sus cuentas. Esta entidad rindió cuentas por última vez en 2012, aunque con defectos leves.
Cabe subrayar que aquellas Administraciones que no presenten sus cuentas generales corren el riesgo de no poder optar a ciertas subvenciones autonómicas, ya que la Xunta, puede poner como requisito que los concellos hayan cumplido en esta cuestión. Por eso, algunas veces los ayuntamientos se afanan en aprobarlas cuando ven cerca la posibilidad de quedarse sin una cantidad de dinero que posibilitaría realizar inversiones en el municipio.
