La capital del concello de Carballeda ya se ha vestido de gala para recibir estas fiestas. El jardín temático que cambia sus figuras de madera en cada estación del año, se ha engalanado para recibir la Navidad.

Si entramos a Sobradelo por la carretera de Éntoma lo primero que nos encontramos es el mirador sobre la Pontenova, donde nos topamos, en el olivo con la fábrica de juguetes de Papá Noel, a la que no le falta detalle.

Los elfos trabaja arreo para que esté todo preparado para llevar a los niños sus regalos el 24 de diciembre. Un tren cargado de regalos sale hacia los distintos puntos del mundo para trasladar los obsequios. Un elfo en un carrito envuelve los regalos y Papá Noel ya montado en su trineo comprueba que este está a punto para viajar.

Dos muñecos de nieve contemplan bajo el olivo en el que se resguardan las mariposas, la frenética actividad de la fábrica. Detrás la barandilla—adornada con abetos que lucen palabras propias de este tiempo y Papá Noeles— desde donde se puede ver el precioso paisaje, con la Pontenova nuestros pies.

Atravesamos todo el pueblo para llegar a otro punto clave, el jardín al lado de la estación de ferrocarril, donde el divertimento del invierno está escenificado en las figuras realizadas en troncos de madera.

Niños tirándose bolas de nieve, otros descendiendo la ladera en trineo o montados en esquís, o en tablas de snow. Los hay que están subiendo a las figuradas pistas de esquí en el telearrastre.

No faltan los senderistas que van hacía Fonte da Cova, Peña Trevinca y O Teixadal o los peregrinos en el Camiño de Inverno. La escalada y al que le gusta contemplar las montañas con los prismáticos también están en este escenario invernal.

La entrada al centro de salud tiene su propia decoración con el misterio del Nacimiento en madera, los pastores, el carro que lleva el heno al pesebre o las gallinas que incluso han puesto huevos.

En la calle que lleva a la iglesia encontramos los pastores con sus rebaños de ovejas o cuidando una simpática piara de cerditos mientras un conejo vigila toda la escena y los perros cuidan al ganado.

La noche se viste de luz en Sobradelo
Y cuando cae la noche todo se transforma. Las figuras de madera sellenan de luz de las figuras lumínicas que las acompañan, sobre todo cervatillos.

El culmen de la decoración, un año más es el parque infantil, donde el Nacimiento y los Reyes Magos con sus camellos a tamaño natural ilumina los ojos de todos los niños y no tan niños.

La iglesia y la calle que nos lleva a ella, también se ha iluminado. Destacar el arco con un nacimiento en la puerta del edificio religioso, la cascada dorada en la torre del campanario, la luz de la cruz o la estrella en lo alto del campanario.

Ya por último, saliendo por la Pontenova nos encontramos de frente con las rocas naturales llenas de pequeños nomos y una cascada de luz. Decimos adiós a Sobradelo no sin antes leer los nombres de todas las parroquias y pueblos en un gran árbol de Navidad realizado con tablas y que se sitúa en el puente sobre el río Casoio.