
Los andamios ya cubren a la Ponte Nova de Sobradelo. En los próximos días los operarios de la empresa que resultó adjudicataria iniciarán las obras de restauración que fueron licitadas con un presupuesto base de 299.754 euros.
Hace 350 años que se construyó sobre uno anterior de madera. Ha vivido la invasión francesa, republicas, democracias y transiciones que han provocado el desgaste del mismo y una necesaria intervención que ahora se llevará a cabo gracias a un subvención de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia.
Los trabajos consistirán por un lado, en la limpieza de los paramentos del puente (elementos vegetales, depósitos,...), así como la restauración en zonas puntuales con sellado de huecos existentes, así como de algunas grietas. Estas actuaciones de lacrado de huecos y aberturas se realizarán con mortero de cal.
En segundo lugar, se pretende reemplazar en los laterales el pavimento de aglomerado asfáltico existente por otro más acorde con el Puente como es el adoquín de piedra colocado sobre arena, que, en su momento, antiguamente, ya tuvo un pavimento de piedra. Además, se recuperarán las salidas de agua que tenía la calzada en los dos laterales y que en la actualidad están casi todas tapadas.
Por último, y con la intención de dignificar el Ponte Nova de Sobradelo y para darle la vistosidad y presencia que un monumento de estas características merece, se proyecta la colocación de una instalación de alumbrado exterior, tanto en los paramentos exteriores, como en los arcos y en la calzada superior.
Cabe recordar que la Ponte Nova está catalogada como bien patrimonial de la Xunta y es el único puente de acceso existente en Sobradelo. El puente formaba parte del antiguo Camino Real del Bierzo a Galicia. Consta de siete arcos y seis pilares, que sostienen una calzada de 100 metros de longitud y cinco de anchura.