
Carballeda de Valdeorras dice adiós al 2023, un año positivo en muchos aspectos pero que termina con un sabor agridulce debido al conflicto entre la Comunidad de Montes Portela-Trigal y la empresa pizarrera Irosa-Samaca, que generaron preocupación, especialmente a partir de septiembre. A pesar de los desafíos, González destaca que Irosa está operativa y que ningún puesto de trabajo se perdió, lo cual considera un logro significativo.
En cuanto a obras, la alcaldesa hace balance de proyectos como la remodelación de la emblemática Pontenova que está prácticamente finalizada. Esta actuación pone en valor este puente con más de 350 años de antigüedad. Fue sometida a un proceso importante de conservación que comenzó con la limpieza de la estructura —los paramentos y la restauración de las fábricas en áreas puntuales—. Se sellaron las juntas y los huecos y se sustituyó el aglomerado asfáltico del firme por un empedrado que tiene dos texturas para diferenciar el lugar de paso de los peatones al de los vehículos. Además, se recuperaron las salidas de agua que tenía la calzada en los dos laterales que estaban todas tapadas.
La alcaldesa del segundo municipio más rico de la provincia, destaca otras mejoras en infraestructuras, como la finalización del albergue, la plaza de Pusmazán, obras en Candeda, mejoras en alumbrado en alumbrados y saneamientos.
Eso sí, también este año se dieron momento complicados. El municipio se enfrentó situaciones inusuales, como inundaciones fuera de temporada, atribuidas a la falta de vegetación después del incendio del 2022. A pesar de ello, se mantuvieron servicios básicos como el suministro de agua y se puso solución a los imprevistos.
González Quintela resalta los avances a nivel regional, con importantes proyectos de enoturismo que salen adelante. Es el caso de la última ayuda aprobada por la Xunta de Galicia, una subvención de 1,5 millones de euros que se repartirá entre los nueve Concellos de la comarca.
En cuanto a actividades recreativas, la alcaldesa destaca la iniciativa de campamentos para niños, que comenzaron como respuesta al confinamiento por la pandemia y ahora se han convertido en una tradición. Además, se promueve la participación de los niños en la decoración navideña entre los núcleos del municipio.
Entre los proyectos futuros para Carballeda de cara al 2024 se destaca la continuación del impulso al turismo industrial, mejoras en infraestructuras y la diversificación de la economía local. Con este balance, Carballeda de Valdeorras cierra un año marcado por desafíos, pero con la determinación de avanzar hacia un futuro prometedor.