El grupo político, encabezado por María G. Albert, solicita a los socialistas continuar la coalición que les ha permitido gobernar hasta la fecha. De momento, no hay respuesta
El grupo nacionalista de A Rúa ya se ha pronunciado al respecto de los posibles pactos que han de darse para conformar gobierno en el municipio, tras el panorama que se abría vistos los resultados de las pasadas elecciones municipales de mayo. El PP se convertía en la fuerza más votada consiguiendo cuatro sillones en el Concello, seguida del BNG con tres, PSOE con dos y RUA con otros dos.
La única fuerza en mantener la misma representación en el Concello que en la pasada legislatura, fue el Bloque Nacionalista, y ahora, son los primeros en señalar, que ante la inexistencia de una mayoría absoluta, los partidos han de llegar a entendimientos antes del día 15 de este mes de junio, día en el que deberá procederse a la investidura de un nuevo alcalde.
El grupo nacionalista rués ya ha dado un paso al frente, solicitando a los socialistas, encabezados por el actual alcalde, Luis Fernández Gudiña, que «se continúe con la senda iniciada hace cuatro años con la coalición BNG-PSOE». La oferta ha sido planteada, la respuesta, todavía no ha llegado.
La suma de fuerzas de la izquierda, no permitiría como sí ocurrió en 2015, un pacto efectivo de gobierno, puesto que la suma de concejales de ambas formaciones daría como resultado una mayoría simple. Quedarían entonces a expensas de lo que el partido del RUA decidiese, que entienden está dispuesta a pactar con quien ofrezca la mejor alternativa para el futuro del Concello.
Sabedores del interés que se suscita en A Rúa por «conocer cómo se va a concretar el nuevo gobierno municipal», anuncian que desde el primer momento «están pulsando las opiniones de la gente en las calles así para intentar saber cuál es el sentir general». De hecho se reafirman en que intentarán hasta el último momento que A Rúa cuente con un gobierno de izquierdas, «que respete a la soberanía popular y que tenga como único objetivo el bien común y no los intereses privados».
